Mieres / León,

Pablo CASTAÑO

El aeropuerto de la Virgen de Camino (León), que trataba de captar clientes en las comarcas mineras de Asturias por su cercanía, se ha quedado apenas sin vuelos regulares. La única compañía que opera actualmente en el aeródromo, Air Nostrum, mantendrá únicamente una línea regular, la de Barcelona, un destino que ya oferta el aeropuerto de Asturias a través de la compañía de bajo coste Vueling y a la que se sumará Ryanair.

El Gobierno de España, durante la presidencia del leonés José Luis Rodríguez Zapatero, invirtió más de 80 millones de euros en la ampliación y mejora del aeropuerto de la Virgen del Camino con el objetivo de captar nuevos vuelos. Sin embargo, el efecto ha sido el contrario al esperado a causa de la crisis.

En 2008, la compañía leonesa Lagunair, la principal operadora del aeródromo con vuelos regulares y charters a distintos destinos nacionales, cesó su actividad y Air Nostrum, la filial de vuelos regionales de Iberia, se quedó como única compañía con líneas aéreas regulares en León. Hasta este año ofrecía rutas directas a Barcelona, Madrid, París-Orly y Valencia, pero a partir de finales de este mes sólo quedará el vuelo a Barcelona a causa del reajuste de líneas aéreas aplicada por Air Nostrum. En 2011, la compañía transportó en el aeropuerto de León a 72.819 pasajeros, 9.882 menos que en el ejercicio anterior, lo que representó una bajada de casi un 12 por ciento. Ante esa situación, decidió dejar únicamente el vuelo a Barcelona (y con menos frecuencias al pasar de 26 conexiones semanales a sólo 12) desde donde se enlaza con la oferta de rutas nacionales e internacionales de Air Nostrum, Iberia y de las compañías de la alianza Oneword. No obstante, en verano (sólo del 20 de julio al 2 de septiembre) Air Nostrum ofrecerá vuelos regulares directos a Gran Canaria, Palma de Mallorca y Menorca.

Con esa exigua oferta de vuelos, León ya no es alternativa para los vecinos de las Cuencas, sobre todo teniendo en cuenta que además la oferta se solapa, puesto que el aeropuerto de Asturias también oferta vuelos a Barcelona, además de a Madrid, Londres, París, Lanzarote, Tenerife, Palma de Mallorca, Sevilla y Valencia.

De Mieres al aeropuerto de la Virgen del Camino apenas hay 90 kilómetros, una distancia no muy superior a los más de 65 kilómetros que hay hasta al aeropuerto de Asturias, situado en Santiago del Monte. Ese factor ya lo intentó explotar en su día la extinta compañía área Lagunair, que ofertaba vuelos en las agencias de viajes de las Cuencas y realizó en los valles del Nalón y el Caudal una campaña publicitaria para que el de la Virgen del Camino se convirtiera en el aeropuerto «de referencia» de las Cuencas. El intento fracasó y ahora con la caída de vuelos cada vez parece más difícil. No obstante, el consorcio que gestiona el aeródromo de la Virgen del Camino no se rinde y la estrategia pasa por captar nuevas compañías.

La presidenta del Consorcio del Aeropuerto de León y presidenta de la Diputación Provincial, Isabel Carrasco, ha manifestado que mantiene conversaciones con diferentes compañías orientadas a establecer nuevas conexiones aéreas desde el aeródromo. «Haremos lo indecible para seguir trayendo vuelos», recalcó Carrasco al mismo tiempo que lamentó que el Ayuntamiento de León y la Junta de Castilla y León, dos de los tres socios del Consorcio, adeuden a la entidad una cuantía de 3,6 millones de euros.

Asimismo, desde el Consorcio se ha informado que hay «una oferta en firme» presentada por la compañía aérea burgalesa Good Fly para volar, a partir del próximo mes de junio, desde el aeródromo de La Virgen del Camino a Málaga, Valencia, Sevilla y Alicante. El acuerdo no está todavía cerrado, pero el Consorcio ya ha anunciado una «subvención» de 600.000 a 900.000 euros al año a la compañía. No obstante, durante los últimos años no llegaron a salir adelante varios preacuerdos que se habían anunciado con compañías aéreas. El más sonado fue el de la irlandesa Ryanair.

De momento, el aeropuerto de León permanece infrautilizado. En la pista que se prolongó en los últimos años hasta los 3.000 metros de longitud aterrizan muy pocos aviones, el nuevo sistema de aproximación apenas guía a aeronaves y la nueva terminal y sus aparcamientos tienen un escaso tránsito de viajeros. Es tan baja la clientela, que durante meses permaneció cerrada la cafetería del aeropuerto porque nadie quería hacerse cargo de ella. Pese a la inversión de 80 millones de euros, el aeropuerto de León no ha conseguido despegar y con su exigua oferta de vuelos cada vez está más lejos de atraer clientes de las Cuencas.