Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El auditorio lleno y expectante. Se hace el silencio y las luces se apagan. El Coro Minero de Turón irrumpe en el escenario con sus gastados monos azules de trabajo y los focos de sus lámparas encendidos, inflamando el ambiente. Sus inconfundibles voces graves rompen el mutismo cantando con una trabajada cadencia «Santa Bárbara bendita...». El presidente de esta coral mierense, Celestino Díaz Iglesias, no oculta que la puesta en escena convierte a la agrupación «en algo diferente». Quienes no tengan la oportunidad de verles en directo pronto podrán escucharles en su casa. Un sucedáneo que también puede dejar buen sabor de boca. El Coro Minero de Turón está grabando un disco en el que interpretarán doce de sus canciones más populares. «Hacía más de quince años que no grabábamos un trabajo en solitario», señala José María Prieto, una de sus voces más veteranas. El carbón se había quedado en el era del vinilo.

La grabación del nuevo trabajo discográfico permitirá al Coro Minero de Turón acercarse aún más a sus incondicionales. «Hacía muchos años que no grabábamos y ya no nos quedan discos para atender las peticiones, se han agotado», explica Celestino Díaz. El objetivo es que esta recopilación esté en la calle antes de finales de año. «No nos resulta fácil encontrar tiempo para ensayar, ya que tenemos que atender numerosos compromisos», añade. Y es que el Coro Minero de Turón mantiene actualmente una intensa actividad. En este caso, la devoción se solapa con la obligación. «La crisis se nota mucho y al desaparecer las subvenciones nos vemos obligados a realizar un mayor esfuerzo para financiarnos», apunta el presidente.

La agrupación turonesa, nacida en 1920, está actualmente dirigida por Fidel González, de tan sólo 30 años. Este profesor de piano está al frente de 36 voces graves, en su mayoría mineros jubilados. Entre mayo y diciembre del pasado año realizaron casi cuarenta actuaciones, algunas de ellas fuera de la región, como la participación en el Festival Coral de Carballo (La Coruña). Sólo en transporte, la formación mierense se gasta anualmente más de 10.000 euros. La crisis está obligando al Coro Minero de Turón a afrontar con más vigor si cabe el día a día. Siguen actuando, cuando toca, en auditorios ante cientos de personas, pero no le hacen ascos a bodas y festejos familiares. «Intentamos atender, dentro de nuestra posibilidades, todas las peticiones que nos llegan, ya que los tiempos se han puesto muy difíciles», indica el presidente. Pese a las dificultades, la coral mantiene intacta su ilusión. Tiene la ventaja de tener el respaldo del público, que nunca les ha dado la espalda. «En España puede haber miles de agrupaciones vocales, pero el Coro Minero es diferente a todas, a la gente le impresiona vernos en el escenario», subraya Celestino Díaz.

El Coro Minero ha sobrevivido a una Guerra Civil y al desmantelamiento de la actividad hullera en el valle que le da nombre La crisis no es más que un nuevo reto. Cada jueves sus integrantes se reúnen en su local de ensayo y afinan sus cuerdas vocales. Sólo un lamento: «Nos gustaría contar con gente joven». El nonagenario coro mierense tiene instinto de supervivencia.