Langreo / Mieres, Andrés

VELASCO / Mario ANTUÑA

Como en la fábula, el lobo llegó al final al sector de la minería, en forma de Presupuestos del Estado. El recorte de dos tercios de las ayudas que reciben las empresas para producir carbón, condena a las minas al cierre mucho antes de la fecha de 2018 fijada por la UE. Las primeras explotaciones se podrían clausurar este próximo verano, según denuncian tanto la patronal minera Carbunión, como los sindicatos FITAG-UGT y CC OO.

Las cuentas que presentó el jueves el secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, son contundentes y dramáticas, por sus efectos sobre el empleo y la economía de las comarcas mineras: las empresas privadas y Hunosa recibirán 101 millones en ayudas a la producción de carbón, frente a los 331 millones del pasado año. El recorte es superior a dos tercios, un 70 por ciento. Además, sin margen de revisión. «Esto es lo que hay. Los presupuestos no se pueden modificar», vino a espetarles Martí a los representantes de los trabajadores y de los empresarios. E intentó disculpar a Industria alegando que los presupuestos que había elaborado su Ministerio habían sido recortados por Hacienda. Y para demostrarlo, presentó a empresas y sindicatos los dos documentos con los ajustes realizados.

Las primeras reacciones fueron contundentes. «Supone cargarse el sector», afirmó con enfado el gerente de la patronal Carbunión. «Es la muerte del carbón y de las comarcas mineras», coincidieron los líderes de los sindicatos estatales FITAG-UGT y CC OO. Es más, aventuraron que, con estas ayudas, «las empresas podrán tirar hasta mayo...».

Los Presupuestos del Estado destinan a subvencionar la producción de carbón, para paliar su elevado coste de extracción, unos 186 millones de euros. Pero en esta cantidad se incluyen los 75 millones correspondientes al último trimestre del pasado año y que las empresas acaban de cobrar: 57 las privadas y 18 Hunosa. Las ayudas reales para 2012 se quedan, por lo tanto, en 101 millones.

A la minería privada le corresponden ahora poco más de 84 millones, frente a los 259 de 2001, mientras que a la pública Hunosa otros 27, por los 72 del último ejercicio. Unas cifras que los empresarios reconocen insuficientes para mantener la actividad. Tal fue la tensión de la reunión del pasado jueves, ante la intransigencia del Ministerio de Industria, que el presidente de Carbunión, el leonés Victorino Alonso, llegó a decirle al secretario de Estado de Energía: «Con estos presupuestos, aquí os dejaremos las llaves de los pozos».

Otra incógnita que no quedó resuelta por completo es qué ocurrirá con las prejubilaciones. Los Presupuestos estatales incluyen 320 millones, una cantidad similar a la de años anteriores, y que podrían cubrir las necesidades de los mineros retirados. Pero si las minas cierran, habrá que comprobar si los nuevos trabajadores excedentes, no previstos en el actual Plan de la Minería 2006-2012, se irán al paro o también podrán jubilarse anticipadamente.

El Gobierno central del PP sólo destina 39 millones para captación de nuevas empresas, otros 101 millones para las obras de infraestructuras, incluidos los proyectos municipales, y 2 millones para formación y becas.