Pola de Lena,

C. M. BASTEIRO

El descontento y la reivindicación tomaron ayer las calles de Pola de Lena durante el Carnaval . Los recortes en fondos mineros, la falta de atención a la escuela rural o el «caso Urdangarín» fueron algunos de los temas que protagonizaron el multitudinario desfile que llenó ayer las arterias de la Pola para festejas el Antroxu..

«¿Dónde están los fondos mineros?». Así rezaba la pancarta que adornó la carroza más reivindicativa del cortejo. En alto, sobre una plataforma, dos hombres con traje brindaban con champán mientras que en el asfalto un grupo de mineros emprendían las protestas. En las calles de la Pola sonaban con estruendo los petardos hasta que unos improvisados antidisturbios disolvieron la protesta.

Pero la queja es libre, y más si se está celebrando el Antroxu. El desfile contó con un buen número de disfraces alusivos al escándalo que ha salpicado a la Casa Real. Entre los más originales, un participante escogió caracterizarse de Iñaqui Urdangarín, ataviado como un presidiario y empujando un carro rotulado con un anuncio: «¡Chorizo! Ni el de Pamplona ni el de Revilla... Urdangarín, una maravilla».

Los lenense se valen solos para disfrutar del carnaval, pero en el desfile destacaba un grupo de mujeres de Teatinos, en Oviedo, que se pusieron el mandilón, ataron el lazo a la cabeza y se calzaron las madreñas. De esta guisa, disfrazadas de colegialas, acudieron ayer al desfile de la Pola para reclamar la presencia de escuelas en los pueblos. Con el lema «La escuela rural llega a la capital», fueron de las más animadas en la fiesta. También hubo un guiño a la difícil situación laboral, con los muñecos de José Luis Moreno afectados por un ERE o una peculiar pareja que se disfrazaron con cajas de huevos porque, según gritaban, «es lo que hay que echarle a la crisis».

Pero es Carnaval, y no todo va a ser negro. El color y el cachondeo llegó de la mano de charangas como la de «Los acoplaos». En esta edición, el grupo eligió disfrazarse de flores bailarinas. También animaron mucho la fiesta un grupo de «matrioskas» y unos detectives con traje de cuadros y una vistosa coreografía. Hubo un guiño para el folklore, con una carroza llena de flamencas.

Otro grupo viajó hasta Japón y llenó las calles de la Pola con la elegancia de las geishas, mientras que un conjunto de extraterrestres tocaba el tambor. Una partitura viviente bailó al ritmo de la popular canción «Danza Kuduro» y consiguieron, incluso, animar a algún espontáneo del público.

Entre los disfraces individuales, no faltaron los superhéroes, las estrellas del rock ni los trajes de época. Tampoco se perdieron la fiesta piratas, vampiros y princesas. Cuando parecía que el desfile terminaba, las reinas de las jugueterías aparecieron. Un grupo de chicas disfrazadas de «Monster High», la muñeca más de moda en este momento, compitió en popularidad con una manada de «Barbies», que desfilaron metidas en su propia caja. Después de un duro duelo en las calles de la Pola, la tradicional muñeca rubia ganó por goleada. Para cerrar el desfile movilizaron al ejército, pero con un grupo de soldados que decían ser de plástico.

El cortejo salió, tal y como estaba previsto, de la plaza Alfonso X El Sabio y recorrió las calles de la localidad. El desfile no terminó el recorrido hasta cerca de las ocho de la tarde, cuando comenzó la entrega de regalos. A pesar de la crisis, la concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Lena ha mantenido el presupuesto en los galardones y, en total, se repartieron más de 3.000 euros en premios entre todas las categorías.

La fiesta en Lena se prolongó hasta la madrugada, en los bares y pubs de la Pola. De esta forma, la comarca del Caudal da casi por finalizados los carnavales pero aún no ha llegado el momento de colgar el disfraz. Los más aficionados al Antroxu tendrán una nueva oportunidad de festejarlo la próxima semana, en Felechosa.