Cabañaquinta,

C. M. BASTEIRO

El libro «La representación fascista en el concejo de Aller» sacará a la luz una de las partes más negras de la historia del concejo. La publicación estará lista en unas semanas pero su autor, el historiador Manuel Fernández Trillo, ya ha adelantado parte de su contenido. Entre las conclusiones del libro figura que Aller fue la zona más afectada de España por la represión, ya que 33 de cada 1.000 habitantes la sufrieron en mayor o menor medida.

Hasta ahora, «se consideraba que Huelva había sido el lugar más castigado, con una tasa de 14 por cada mil habitantes», señaló Fernández. El municipio allerano registró la muerte por asesinato de 800 personas lo que supone, según el historiador, que «asesinaron a 177 de cada mil votantes que tuvo el Frente Popular en las elecciones de 1936». Además, la lista de bajas se completa con 407 alleranos republicanos muertos en el campo de batalla, «la mayoría de los Batallones 241 "Silvino Morán" y 248 "Álvarez del Vayo"», explicó Fernández.

El libro recoge que cerca del 90 por ciento de los muertos fueron hombres, la mayoría mineros. En la fosa común de Oviedo, según el historiador, hay registrados 86 fusilamientos de vecinos del concejo y hubo 515 prisioneros masculinos en campos de concentración y batallones de trabajadores.

Por otra parte, la represión afectó, según consta en la publicación, a 440 mujeres. Hubo 40 fusiladas, seis muertas en combate y 140 prisioneras, 46 de ellas en la cárcel vasca de Saturrarán. El resto de las mujeres localizadas en el estudio de Manuel Fernández Trillo fueron víctimas de la represión a través de la incautación de sus bienes, palizas y persecución. Se trata de un capítulo de la historia que se conoce como «represión oscura», explicó el autor.

El libro se compone de la biografía de 4.900 republicanos del concejo. Algunos consiguieron sobrevivir y otros fueron protagonistas de «historias aterradoras». Manuel Fernández Trillo recordó la de los panaderos de Cuérigo, tres hermanos que fueron ejecutados a garrote vil en la plaza de Cabañaquinta. «A las diez de la mañana del día 10 de diciembre de 1937. A la vista de todo el mundo y convocando a los vecinos», explica Trillo. «En el sumario los acusan de violar a mujeres, abrirlas en canal y dejarlas secar al sol. Una atrocidad que, incluso fascistas que siguen vivos, niegan a pies juntillas».

Su libro es el resultado de un trabajo elogiable que ha hecho junto a la asociación Memoria Allerana. La investigación histórica incluye datos de los fondos archivísticos de Salamanca, El Ferrol, Guadalajara, Oviedo, Aller y la hemeroteca nacional además de las de Gijón y Oviedo. También hay base documental que se ha extraído de la cárcel de Santurrarán.

También ha contado con la colaboración de algunos vecinos que le han abierto las puertas de su pasado y le han ayudado a componer la mayoría de las piezas de un puzzle que, hasta ahora, nunca se había montado. Juntos han tejido la parte más oscura de la memoria del concejo con el fin de que no se olvide. Para que no se repita.