Pola de Lena,

J. VIVAS

El Ministerio de Fomento baraja la financiación privada como medida para agilizar la llegada del AVE a Asturias. Este procedimiento de colaboración público-privada se utilizará para licitar los últimos trabajos del tramo de Alta Velocidad entre Valladolid y León, tal y como aseguraron fuentes del ministerio que dirige Ana Pastor. En el caso de Asturias, donde la construcción de la variante ferroviaria está casi paralizada, la financiación privada sería una de las opciones, aunque fuentes de Fomento aseguraron ayer que dependerá de diferentes factores, como la negociación o los presupuestos.

La colaboración público-privada se aplica ya en otros proyectos de Alta Velocidad, como la línea de Madrid a Galicia. El procedimiento consiste en que las empresas participantes presenten ofertas que incluyan ya el mantenimiento de las vías durante un plazo largo de tiempo. En algunos contratos, los plazos de vigencia fueron de 25 años. A diferencia de las contrataciones tradicionales, el proceso obliga la constitución de una Sociedad de Propósito Específico (SPE) participada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y las empresas adjudicatarias. El capital social de la SPE ascendería al 10% del presupuesto de inversión resultante de la adjudicación. Adif participaría en un 10% de dicho capital y sus socios privados en el 90% restante. En cuanto a los pagos, el 60% del presupuesto se abonaría de forma periódica y el resto de acuerdo a la calidad de los servicios de mantenimiento en la fase de explotación. La medida supondría un aliciente para las compañías, que estarían ligadas a la Administración central durante un largo plazo. El Ministerio de Fomento, por su parte, podría ajustar la inversión en esta infraestructura y, además, conseguir retomar los trabajos de esta infraestructura en tiempo récord.

En el caso de la variante de Pajares, aún queda por licitar la instalación de las vías, señalización, el suministro y distribución de energía y las telecomunicaciones. Unas obras que, tal y como sostienen desde el Gobierno, supondrían un gasto de 495 millones de euros. Eso en el caso de la vertiente asturiana, ya que la conclusión del corredor de Alta Velocidad entre Madrid y Pola de Lena precisaría de una inversión de 3.752 millones de euros, tal y como había asegurado la ministra Ana Mato en el Congreso de los Diputados. Mientras se resuelve la contratación de los últimos trabajos, el actual estado de las obras en la variante de Pajares deja mucho que desear. Lejos están ya los 1.500 empleados que llegó a contar esta gran infraestructura, que ahora apenas llega al medio centenar de trabajadores.

La caída de actividad en la obra de la variante ferroviaria de Pajares se ha prolongado durante todo 2011 y, si no se agilizan las nuevas licitaciones, parece que seguirá la misma tendencia durante el presente ejercicio. Con este panorama, parece difícil que se cumplan las previsiones que manejaba el anterior Gobierno socialista para la puesta en marcha del AVE en Asturias. De acuerdo con su calendario, la Alta Velocidad llegaría a León antes de que concluya este año, y la variante debería de estar en disposición de abrir al tráfico entre finales de 2012 y mediados de 2013. La ministra Ana Pastor dejó claro que el AVE de Asturias es una «obra prioritaria» y que había dado «instrucciones para desbloquear de forma inmediata todo lo que falta para terminar los túneles». Sin embargo, la falta de plazos concretos crea bastante incertidumbre.