Mieres / Langreo,

David MONTAÑÉS

Los sindicatos CC OO y SOMA-FITAG-UGT están convocando movilizaciones en el sector al margen de la unidad de acción, abordando ambas organizaciones numerosas iniciativas por su cuenta. A la hora de negociar con el Ministerio de Industria asumen un discurso único, sin fisuras, y en las barricadas están muchas veces codo con codo. Ahora bien, fuera de este ámbito, cada central ha decidido acometer iniciativas unilaterales. CC OO ha iniciado una acampada en Oviedo, frente a la Delegación del Gobierno, y, además, ha convocado una concentración de protesta para hoy en Mieres. El SOMA también actúa por su cuenta. Tiene mineros encerrados en los pozos Candín (Langreo) y Santiago (Aller), explotaciones en las que a partir de hoy se realizarán concentraciones de apoyo a los trabajadores que permanecen bajo tierra.

Según avanza la conflictividad en el sector minero los sindicatos se mantienen espalda contra espalda para hacerse fuertes en su reivindicación. Se sientan juntos a comer, pero con frecuencia salen a «cazar» por su cuenta. La primera y más contundente medida que se ha tomado fuera de la unidad de acción sindical son los encierros de dirigentes del SOMA en los pozos Candín y Santiago. En la séptima planta de la explotación langreana se encuentran encerrados desde el 28 de mayo cinco dirigentes del sindicato. Al principio eran siete, pero los dos representantes de CC OO decidieron abandonar al considerar el sindicato que no había contado con ellos para organizar el encierro y algún corte de carretera. La respuesta del SOMA sería un nuevo encierro, en este caso, en el pozo Santiago.

CC OO no estará en las concentraciones de apoyo a los encerrados que empiezan hoy. Por su parte, UGT no ha aceptado la invitación para manifestarse esta tarde -coincidiendo con una nueva reunión entre las centrales y el Ministerio de Industria en Madrid- ante el Ayuntamiento de Mieres. Según señalaron dirigentes de CC OO en la comarca del Caudal, ofrecieron a UGT sumarse a la protesta que tendrá lugar a la siete de la tarde, «pero no encontramos respuesta». Si bien ambas organizaciones están sabiendo guardar las formas, la mayoría de dirigentes reconocen en privado que hay tensiones. Ahora bien, subrayan que «no es algo nuevo, siempre ha sucedido así, es lógico». Cada sindicato parece querer tener al menos una de sus manos libre.