Langreo, J. A.VEGA

Olvido e identidad y personajes afectados por una memoria selectiva son los ingredientes que ha utilizado la escritora leonesa Cristina Peñalosa para la escritura de su novela «La conquista del olvido», que obtuvo el Premio de Novela de la Diputación de Córdoba en 2010. El libro fue presentado en la Casa de Cultura de La Felguera en un acto organizado por la asociación Cauce del Nalón en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. Cristina Peñalosa fue presentada por el escritor Javier García Cellino, que valoró especialmente los personajes que aparecen en la novela «porque son muy visuales, muy vivos, como si fueran de película». También hizo referencia a su lenguaje «sencillo, sin retórica ni artificio, pero muy elaborado». Para Cellino, la novela está muy dosificada, no ahoga y deja al lector que reflexione por sí mismo.

Peñalosa agradeció a Cellino sus palabras y comentó que lo pasó muy bien ambientando la novela y tratando los temas que le interesan -la identidad, las relaciones humanas y la pérdida- en forma de metáfora, porque se trata de conquistar el recuerdo, ya que hay una persona que no sabe quien es. Son temas que pueden parecer muy serios, pero ella los utiliza desde su forma de ver la realidad de la vida, adelantado que tiene un desenlace feliz, tal y como ella entiende la felicidad, porque «está dentro de cada uno, pero no puede estar en la de los demás».

La novela está dividida en cuatro partes con tres personajes principales y varios secundarios. Sitúa la acción en diferentes escenarios y los ha descrito desde un punto de vista muy personal, muy íntimo. «Son las impresiones que me causaron un viaje muy agradable con mi hijo a Florencia, Roma y Nápoles», señaló. Ella da cuatro pinceladas de los personajes para que los lectores se trasladen a esos lugares y juega mucho con el tiempo, pero sin que la gente se pierda en la lectura.

La escritora escribe sobre temas serios, pero buscando que enganchen, diviertan y se lean con facilidad. Cree que los escritores están obligados a no ser aburridos, por eso «intento que los lectores se lo pasen bien leyendo mis libros». Con ese objetivo ha escrito capítulos de dos o tres páginas que se hacen ágiles y no cansan. Y lo reivindica en su faceta de lectora habitual.

Hizo referencia a la estrategia que utiliza a la hora de escribir. No hace esquemas, va pensando y lo tiene en la cabeza, «solo cuando lo tengo resuelto lo escribo en papel». Por eso las correcciones y reordenaciones son más llevaderas.

Peñalosa se refirió también a la repercusión que tuvo la obtención del premio del Concurso de la Diputación de Córdoba. Dijo que los concursos literarios «ayudan pero hay que saber elegirlos bien, por lo que no hay que presentarse a todos». Su experiencia le dice que es mejor presentarse a los que no tienen una gran dotación económica y es necesario navegar en Internet para ver quien los ha ganado en ediciones anteriores. Eso fue lo que hizo con el de Córdoba y se alegró mucho, «sobre todo porque nadie me conocía allí».