Oviedo / Mieres ,L. A. VEGA / P. CASTAÑO / Agencias

La Guardia Civil ha dejado en libertad con cargos a los tres mineros detenidos ayer cuando colocaban una barricada de neumáticos en el interior del túnel del Padrún de Olloniego, y procedían a rociarla con un líquido inflamable, informa este Cuerpo.

Todos los arrestados han quedado en libertad, pero imputados de delitos de desórdenes públicos y contra la seguridad vial, por lo que tienen la obligación de estar a disposición judicial para cuando sean reclamados en relación con este procedimiento.

La Guardia Civil detuvo en la mañana de ayer a D. A. V., J. A. C. y A. C. R., vecinos de Aller y Oviedo, como supuestos autores de un delito de desórdenes públicos y otro contra la seguridad vial al tratar de quemar una barricada en el interior de los túneles del Padrún, uno de los puntos más transitados de la autovía Oviedo-Campomanes (A-66).

Según señalaron fuentes de la Guardia Civil, a las 6.00 horas de la mañana de ayer comenzaron los cortes en las carreteras de la región y en vías de Renfe vinculados al conflicto minero. A las 5,45 horas, varias patrullas de Seguridad Ciudadana se trasladaron a Campomanes para establecer un dispositivo de orden público y cuando circulaban por el túnel del Padrún, a unos 30 metros de la salida, se encontraron con una barricada compuesta por neumáticos y señalización de plástico. Según la Guardia Civil, en la barricada había unas diez personas que tenían el rostro oculto con pañuelos y pasamontañas y que estaban derramando líquido inflamable sobre los neumáticos, valiéndose de una garrafa con la intención de incendiarlos.

Inmediatamente, los agentes del primer vehículo señalizaron la incidencia y lograron que todos los vehículos que seguían a los agentes se detuvieran. Luego, corrieron hacia la barricada para interceptar al grupo de piquetes, que salieron huyendo. Los agentes lograron detener a tres personas, que iban tapadas con pasamontañas, cuando intentaban saltar al otro lado de la vía. Junto a la barricada y en el exterior del túnel se incautaron de tres docenas de voladores, dos tubos metálicos de los utilizados como lanzadera para los cohetes y una garrafa de plástico de 25 litros con líquido inflamable.

Desde la Guardia Civil se destacó que la barricada era «extremadamente peligrosa», teniendo en cuenta que si se llega a incendiar, el humo resultante podría haber sido inhalado por los usuarios de los vehículos que quedaron atrapados en el interior del túnel o provocar una colisión en cadena. Las diligencias instruidas y los detenidos serán puestos a disposición judicial.

Por otra parte, el presidente del Tribual Superior de Justicia de Asturias, Ignacio Vidau, preguntado por la imputación de un minero por lanzar voladores a un helicóptero de la Guardia Civil, señaló que «hay un marco legal que hay que respetar, no hay que hacer diferenciaciones».