Madrid / Mieres / Langreo, M. P. / M. A. / J. V. / A. V.

La reunión comenzó mal al estar invitado USO, no sirvió para cerrar ningún acuerdo que permita desmovilizar la protesta minera y acabó con una prórroga: hoy, Industria, sindicatos y patronal volverán a negociar. Los malos presagios quedaban certificados cuando el ministro, José Manuel Soria, a la misma hora de la negociación, cerraba en un programa de televisión en directo cualquier vía de entendimiento.

Así, las cuatro horas que duró el encuentro que mantuvieron ayer en Madrid los sindicatos mineros y la patronal Carbunión con el secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, apenas arrojaron resultado alguno que permita desbloquear el conflicto en el que hace ya más de dos meses está inmerso el sector del carbón español, más allá de que los rectores energéticos de Industria oficializaran algo que ya adelantó el propio ministro la pasada semana: que sacarán adelante de manera «urgente» la convocatoria de ayudas a las empresas del presente año por importe de 110 millones de euros, por supuesto con el recorte del 63%, y el compromiso de convocar, como pidieron FITAG-UGT y la Federación de Industria de CC OO, la comisión de seguimiento del plan 2006-2012 para «hoy mismo». Reunión que finalmente Industria convocó para esta misma tarde, a las 17.00 horas.

Mientras, los mineros de Asturias y León seguían al minuto las evoluciones de la reunión, pues un posible acuerdo habría hecho que quizás hoy volvieran a estar trabajando. Nada más terminar la reunión, la Federación de Industria de CC OO en Asturias organizaba una masiva asamblea en la que se informó a los trabajadores de que hoy, tras la comisión de seguimiento, decidirán si volverán de inmediato al trabajo. En el caso del SOMA-FITAG-UGT, estaba prevista una reunión de los delegados sindicales, a los que se les trasladaría la información de lo ocurrido en Madrid, aunque se ha pospuesto hasta hoy, cuando finalice la reunión de la comisión de seguimiento.

El secretario general de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Felipe López, reconocía al abandonar el Ministerio que esperaba «más» de la reunión, «un planteamiento más concreto por parte del Gobierno y que hubiera una intención de buscar un desbloqueo de la situación. Parece que quisieran desbloquear el conflicto pero no supieran cómo, y se siguen desaprovechando oportunidades de solucionar el problema».

El secretario general del SOMA, José Ángel Fernández Villa, manifestaba igualmente que en la reunión «no fue posible llegar a ningún tipo de acuerdo para el aumento de las ayudas a la producción que dé estabilidad al sector para que no haya ni cierres de explotaciones ni reducciones de plantillas, pero hemos logrado el compromiso de convocar la comisión de seguimiento para mañana -por hoy-, con lo que el Ministerio devuelve la interlocución a la comisión de seguimiento».

Lo cierto es que el encuentro de ayer, sin apenas resultados tangibles, ya comenzó de manera convulsa al estar presentes, por invitación del Gobierno, dos representantes de la Unión Sindical Obrera (USO), sindicato que apenas cuenta con once delegados (siete de ellos en la Hullera Vasco Leonesa) de los cerca de doscientos setenta que hay en toda la minería española. La presencia, por primera vez, de USO en este tipo de reuniones soliviantó a los dos sindicatos mayoritarios del sector, que a punto estuvieron de levantarse y que la calificaron de «provocación».

De hecho, el secretario de Minería de FITAG-UGT, Víctor Fernández, y el máximo responsable del SOMA, José Ángel Fernández Villa, mostraron su desacuerdo al levantarse de la mesa cuando los informadores gráficos tomaban imágenes de la reunión.

Pero había más. Así, ya desde el comienzo, el secretario de Estado de Energía advirtió de que era un encuentro sin entidad jurídica para tomar decisión alguna y de que su carácter era meramente «deliberativo». En fin, una especie de «tormenta de ideas». Mientras, prácticamente a la misma hora, el ministro de Industria, José Manuel Soria, mantenía en una entrevista en directo en un canal televisivo la misma postura inflexible de los últimos meses, además de lanzar sus habituales dardos contra las «millonarias» subvenciones que han venido recibiendo las empresas mineras en los últimos años o sobre la cuantía de las prejubilaciones.

En esa «tormenta de ideas» en la que se había convertido la reunión de Industria, los representantes ministeriales no dijeron en ningún momento ni sí ni no a las que llegaron a plantearse, y se limitaron exclusivamente a tomar nota. Hubo una en la que coincidieron la patronal minera, Carbunión, y los representantes de USO. «Hemos planteado», explicaba el secretario de Acción Sindical de USO, José Vía, «junto con la patronal, que una parte o toda la partida prevista para la reactivación y la formación, 101 millones de euros, se trasvase a los fondos dedicados a las empresas para salvar 2012». «Es posible la salida según esta propuesta porque ha quedado claro que la partida aprobada en los presupuestos es inamovible», finalizó.