Mieres / Langreo, L. M. D.

La fecha de la huelga en Unión Minera del Norte (Uminsa) y 17 subcontratas del grupo Alonso ya tiene fecha definitiva: será a partir del jueves 23 de agosto. Ese día, buena parte del sector de la minería de León volverá a la huelga debido a los recortes en los sueldos de los empleados que va a empezar a realizar el conglomerado empresarial propiedad de Victorino Alonso.

Los sindicatos presentaron el jueves, sobre las 13.00 horas, en la delegación de Trabajo en León, la convocatoria de huelga, para posteriormente, enviar un burofax a las 18 empresas a las que afectará el paro. Además de a los mineros propiamente dichos, la convocatoria también llevará a la huelga a subcontratas de Uminsa pertenecientes a sectores como la construcción, el transporte o el metal. En total, serán cerca de dos millares los trabajadores llamados a secundar el paro, 400 de ellos de la matriz Uminsa.

Los trabajadores, que la semana anterior votaron ir a la huelga, denuncian que el grupo Alonso ha reorganizado de tal forma los turnos de trabajo que cada empleado recibe «entre cinco y seis jornales» menos que antes. Esto, traducido a euros, supone que cada uno percibe alrededor de «200 euros menos cada mes». Además, la empresa no pagaría las vacaciones a los trabajadores. Estos recortes, que según la empresa se han realizado «para intentar asegurar la supervivencia» de la compañía, no han gustado nada a los trabajadores, que pese a llegar de una huelga que dos meses, a la semana de estar trabajando ya había decidido que los recortes eran inadmisibles y ya estaban a favor de movilizarse de nuevo, en este caso en contra de la patronal.

Tras esta convocatoria de huelga, tal y como indicaron las centrales sindicales en León, lo siguiente será elaborar un calendario de protestas que contemple las medidas de presión que se quieren tomar centrándose únicamente «en el grupo Alonso, sin entrar en conflicto con los mineros de otras empresas».

Mientras esta es la situación de la convocatoria de la huelga en León, en los cielos abiertos de Cerredo y Tormaleo, en Asturias, pertenecientes a la firma Coto Minero Cantábrico (también propiedad de Victorino Alonso), la situación es más compleja. Estos 150 trabajadores, a los que se les aplican los mismos recortes que en León, quieren ir a la huelga (así lo votaron hace más de una semana), pero los trámites administrativos y la constitución de un comité de huelga están complicando el cumplimiento de los paros.

Hasta el momento, el recorte del 63% en las subvenciones a la producción que recogen los presupuestos generales del estado -un dinero cuya convocatoria de ayudas aún ni se ha convocado- no se ha traducido en despidos en las empresas matrices del sector, pero sí que ha provocado la destrucción de empleo en varias subcontratas. En todo caso, se prevé que este sea un otoño «caliente» en la minería, que podría retomar las protestas en las distintas comarcas carboneras españolas.