Pola de Lena, E. PELÁEZ

La etapa reina de la Vuelta a España, cuya conclusión está prevista en Cuitu Negro, en Lena, está en el aire. La marcha de las obras de asfaltado del final del recorrido, que se desarrollan cuando ya ha comenzado la carrera ciclista, preocupan al director técnico de la Vuelta, el ex ciclista Abraham Olano, que ha indicado que de no completarse totalmente los trabajos, la etapa concluiría en la estación de Valgrande-Pajares. Mientras, desde el Principado se asegura que los trabajos, que están pendiente de remates, estarán listos para que el próximo 3 de septiembre llegue la ronda española.

Olano, en declaraciones recogidas por medios de La Rioja, donde termina hoy la cuarta etapa, afirmó que los últimos kilómetros de la cima asturiana no serán cubiertos por los ciclistas si no están asfaltados. Si las obras no concluyesen para la fecha establecida, señaló, se suspendería la ascensión a Cuitu Negro y la meta se instalaría a la altura de la estación de Valgrande-Pajares, lo que eliminaría el tramo más espectacular de la ascensión.

Esa suspensión «no se producirá», apuntaron ayer fuentes de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. La obra de asfaltado del acceso a Cuitu Negro está «prácticamente finalizada» y «estará lista para el día 3», dentro de dos semanas, indicaron. De hecho está previsto que la carretera ya este acondicionada para el sábado, cuando se celebrará una ruta cicloturista con el mismo recorrido de la decimosexta etapa de la Vuelta a España, que saldrá de Gijón y llegará a Cuitu Negro. Los inscritos ascenderán los puertos de La Cabruñana, San Lorenzo, la Cobertoria y Pajares antes de enfrentarse a las duras rampas del final del recorrido, con un 13% de media que llegan a alcanzar el 25%. Son, en total, 185 kilómetros.

Ese mismo fin de semana el Principado tiene previsto convocar a los medios de comunicación para dar a conocer ese final de recorrido de la que está llamada a convertirse en la etapa reina de la ronda española. Una ascensión que realizó el pasado mes de junio, cuando no se habían iniciado los trabajos de acondicionamiento, el propio Abraham Olano. El director técnico de la Vuelta a España se marchó de Asturias entonces con el compromiso de la consejera de Cultura, Ana González, de que se asfaltarían los 2.800 metros de subida.

En aquella ocasión Olano resaltó que esta «llegada es muy dura y exigente como la propia etapa al subir enlazados puertos como San Lorenzo, La Cobertoria, Pajares y luego este final de rampas tan duras». Este final «se parece mucho a la Bola del Mundo en Madrid», añadió el ex campeón del Mundo.

Este no es el único debate abierto ante la incorporación de la etapa de Cuitu Negro a la Vuelta de esta edición. Primero, la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies denunció al Principado ante la Fiscalía de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Lena por el asfaltado de la pista. Alegaban que los trabajos «precisaban de autorización ambiental y licencia municipal que no tienen». El Ayuntamiento de Lena otorgó la licencia al día siguiente y el director general de Deportes, José Ramón Tuero, indicó que la obra de asfaltado cumple la normativa ambiental. Se trata de unos trabajos, dijo, que se realizan fuera del parque de Las Ubiñas y en un pista ya existente.

Después fue la denominación de la zona la que generó un nuevo debate. La organización de la Vuelta utiliza los términos «Cuitu Nigru», «Cuitu Negru» y «Cueto Negro» en sus publicaciones. Sin embargo, el Ayuntamiento de Lena y expertos en toponimia local consideran que el nombre correcto es «Cuitunigru». Una denominación con la que no están conformes algunos vecinos de la zona. Además, la estación de esquí se refiere a «Cueto Negro».

Esta misma situación que vive ahora el puerto lenense ya afectó años atrás a la cima riosana de L'Angliru cuando fue descubierta para el ciclismo profesional. El alto acogía el final de una etapa de la Vuelta a España y la discusión se centraba en si se denominaba «El Angliru» o «Angliru» e incluso en retransmisiones de radiotelevisión se optó por «Anglirú».