Las ansias de crecimiento de Bayer no quedaron colmadas el miércoles, cuando sus responsables en España anunciaron un plan que permitirá ampliar un 25% la capacidad de la producción de la planta de Lada, proveedor mundial del principio activo de la Aspirina. Ayer, apenas unas horas después, la multinacional alemana abrió museo de Langreo. Se trata del denominado «Espacio Bayer», una sala integrada en el Museo de la Siderurgia de La Felguera que repasa la historia de la fábrica de Lada, el papel que jugó el carbón en la producción de ácido acetilsalicílico a mediados del siglo pasado y algunas de las curiosidades que rodean a la elaboración de la popular Aspirina.

La visita inaugural contó con la presencia, entre otras autoridades, de Graciano Torre, consejero de Economía y Empleo del Principado; María Fernández, alcaldesa de Langreo; Rainer Krause, consejero delegado de Bayer Iberia; y Manuel Fernández Ortega, director de la planta de la multinacional alemana en Langreo, que hizo de cicerone a lo largo del recorrido.

La sala dedicada a Bayer se ubica en la planta subterránea del antiguo refrigerante de la factoría de Duro que acoge las instalaciones del Musi. Este espacio cuenta con fotografías antiguas y paneles explicativos sobre la planta de Lada, creada en 1942 y que, por tanto, cumple 70 años de actividad. La factoría se puso en marcha bajo el impulso de la sociedad de Productos Químicos Sintéticos (Proquisa), en la que estaban integradas las empresas industriales Duro Felguera y Explosivos Riotinto y los bancos Urquijo, Hispanoamericano y Herrero. En aquella época se empleaban los subproductos derivados de la coquización del carbón para generar, a través de diversos procesos, el ácido acetilsalicílico. Hoy en día el ácido salicílico se produce en la propia planta a partir de la reacción de fenol, hidróxido sódico y anhídrido carbónico, mientras que el anhídrido acético necesario para producir el principio activo de la Aspirina se compra a grandes firmas químicas y petroleras.

En 1949 Proquisa adquirió en subasta pública los bienes de la Química Comercial y Farmacéutica (La Química) por lo que pasó a ser propietaria en España de la Cruz Bayer y la marca Aspirina. Dos década después, La Química adquirió Proquisa y tres años más tarde pasó a denominarse Química Farmacéutica Bayer, antes de que Bayer AG comprara el 100 por ciento de las acciones. En 1995, después de diversas ampliaciones, la planta de Lada alcanzó la capacidad productiva actual.

En 1996 la factoría langreana recibió la visita de los Reyes de España, como atestigua una de las fotografías expuestas en el Musi. Manuel Fernández Ortega relató una de las anécdotas vividas en aquella ocasión, cuando Don Juan Carlos se sorprendió de que las Pastillas Doctor Andreu pertenecieran a Bayer. El recorrido por la exposición también incluye una reproducción fotográfica del cuadro de Eduardo Úrculo inspirado en la antigua fábrica de Proquisa y que aún se guarda en las instalaciones de Lada; vitrinas con algunos útiles empleados en la elaboración del ácido acetilsalicílico; y envases históricos en los que ha sido presentada a través de los años la Aspirina.

Uno de los elementos expositivos más llamativos de la muestra inaugurada ayer es un colorista panel cilíndrico que repasa algunas de las curiosidades que rodean a la Aspirina. El popular fármaco, sobre el que cada año se publican 2.000 trabajos científicos en todo el mundo, aparece mencionado en unos cien libros, entre los que figuran novelas de Jacinto Benavente, Camilo José Cela o Gabriel García Márquez. También protagonizó una greguería de Ramón Gómez de la Serna. Otra de las singularidades destacadas en la muestra es que la Aspirina fue incluida en el botiquín de primeros auxilios de la cápsula del Apolo XI que llevó al hombre a la Luna y también estuvo presente en la expedición que conquistó la cima del Everest, ya que los alpinistas del grupo utilizaban los comprimidos del popular analgésico para combatir los dolores de cabeza causados por la altura.

En la exposición también hay sitio para un mapa del mundo en el que aparecen los países a los que van a parar los principios activos que salen de la fábrica de Lada, antes de tomar su forma final. Entre otros, hay destinos tan exóticos como Taiwán, Japón o Australia.