Mieres del Camino,

Pablo CASTAÑO

Casi la mitad del carbón que se extrae en España ya procede de minas a cielo abierto, un tipo de explotación desechada hace más de una década en las cuencas del Nalón y el Caudal por su fuerte impacto ambiental. Durante el pasado año se extrajeron en el país 9,6 millones de toneladas de carbón, de las que más de 4,5 procedían de minas exteriores, lo que representa casi el 47%, según los datos que maneja el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Además, para este año está previsto que el porcentaje aumente porque el recorte de producción subvencionada (no así el de cuantía de las ayudas) afectará en mayor grado a las explotaciones subterráneas.

La única comunidad autónoma que mostró cierta satisfacción con la última convocatoria de ayudas al carbón del Ministerio de Industria fue Aragón. Esta comunidad sufrió un recorte de producción subvencionada para 2012 del 11%, muy inferior a la del resto de regiones, que fue de una media del 23%. Además, ha conseguido alcanzar el 35% de la producción total en España, una cuota nunca lograda por esta comunidad. El consejero de Industria e Innovación de Aragón, Arturo Aliaga (PP), destacó las gestiones realizadas desde su departamento con el Ministerio de Industria para «mantener» los niveles de producción, y remarcó que son suficientes para conservar los actuales niveles de empleo en el sector de la región (poco más de 500 puestos de trabajo directos vitales para las cuencas mineras de la zona) .

Aragón concentra su producción de mineral (principalmente hulla subbituminosa) en la provincia de Teruel, donde el año pasado se extrajeron 2,4 millones de toneladas de carbón, de las que 1,9 procedían de grandes minas a cielo abierto, que en los últimas décadas han sustituido a los pozos subterráneos. Las explotaciones exteriores reciben menos ayudas públicas por tonelada extraída, porque sus costes de explotación son inferiores a los de la minería de interior. El Gobierno redujo este año las ayudas a la minería en un 64%, pero la producción subvencionada sólo desciende en un 23% porque el ajuste de toneladas a penas afecta a la minería a cielo abierto. Por eso sale beneficiada Aragón, donde sus empresas, principalmente Sociedad Anónima Minera Catalano Aragonesa (Samca), Compañía General Minera de Teruel y Endesa Generación, tienen grandes explotaciones a cielo abierto.

No obstante, la minería exterior está extendida por todas las cuencas españolas con la excepción de la central de Asturias. En León, las empresas del grupo Victorino Alonso (Coto Minero Cantábrico y Uminsa), Alto Bierzo S. A. y Hullera Vasco Leonesa extrajeron el pasado año 1,3 millones de toneladas de antracita y hulla en minas a cielo abierto. El grupo Alonso también produjo otras 167.000 toneladas en cortas de Palencia y la Empresa Carbonífera del Sur (Encasur) casi 577.000 en Ciudad Real (concretamente en Puertollano).

En Asturias, las empresas del grupo Victorino Alonso tienen minas a cielo abierto de carbón en Tormaleo (en el concejo de Ibias) y en Cerredo (en el concejo de Degaña) en las que se extrajeron el año pasado más de 526.000 toneladas de antracita. Las grandes empresas mineras españolas combinan la explotación de minas a cielo abierto con las de interior con la excepción de la compañía estatal Hunosa, que opera en las comarcas del Nalón y el Caudal y sólo tiene minas subterráneas. En 2000, Hunosa dejó de explotar sus cortas y las heridas que han dejado en el paisaje de los valles del Nalón y el Caudal todavía no han cicatrizado. La empresa estatal minera aún trabaja en la restauración medioambiental de las minas exteriores a pesar de que dejó de explotar carbón en ellas hace doce años. En antiguas explotaciones como La Matona, en el límite entre Langreo y Mieres, todavía se están rellenando con estériles los huecos que dejó la actividad extractiva, según señalaron fuentes de la empresa estatal.

Hunosa comenzó en 1977 a explotar minas a cielo abierto en los cordales de las Cuencas dentro de los planes de acceso a nuevos yacimientos y reducción de costes. Las mayores cortas se localizaban en los montes que unen Langreo y Mieres y ocupaban casi 800 hectáreas de suelo. San Víctor, La Matona y La Mozquita eran las principales explotaciones en las que se llegaron a extraer 821.000 toneladas de carbón anuales (una producción superior a la actual en los siete pozos subterráneos de la compañía, que apenas supera las 700.000 toneladas) pero con un alto impacto ambiental y paisajístico. Los planes de ajuste del sector del carbón y los impactos ocasionados por la actividad llevaron a Hunosa a cerrar las minas a cielo abierto el 31 de diciembre de 2000. En sus planes de explotación, la compañía estatal minera se había comprometido a restaurar los terrenos afectados por las cortas, pero doce años después las heridas en los montes aún son visibles a poca distancia de unos de los principales espacios naturales del centro de Asturias, el paisaje protegido de las Cuencas.