Mieres del Camino,

J. VIVAS

Hacer ejercicio físico de forma regular, como salir a caminar, ayuda a descansar mejor, reduce la ansiedad y la tensión emocional. Beneficios que poca gente conoce pero que gracias a iniciativas como la que se desarrolla desde hace tres meses en el centro de salud Mieres Sur, cada día llegan a más vecinos. De momento, han sido unos quince mierenses los que han participado en el proyecto, denominado «Mieres en camino». La idea, en si, es sencilla, caminar durante 45 minutos cuatro días a la semana y complementarlo con charlas sobre alimentación saludable. Luis Mendiolagoitia, enfermero adscrito al centro de salud Mieres Sur es uno de sus impulsores, aunque asegura que se ha volcado «todo el mundo».

«Llevamos más de treinta años aconsejando a la población que camine. Sin embargo, estamos apreciando un nivel de sedentarismo cada vez más alto, por eso nos decidimos a poner en marcha esta iniciativa», explica Mendiolagoitia. Lo primero fue reunir a un grupo heterogéneo de pacientes, algunos con sobrepeso y enfermedades cardiovasculares, pero también otros que pueden estar en soledad porque se han quedado viudos, tienen pocas relaciones sociales o, simplemente, no encuentran el motivo para caminar. La edad, en su mayoría de más de 55 años. Después diseñaron una ruta cómoda para cualquier persona. Así, el recorrido, de unos cuarenta y cinco minutos, se inicia en el centro de salud, pasa por el barrio de La Villa, el campus, Santa Marina, cruza la pasarela peatonal sobre el río, recorre parte del paseo fluvial y acaba en El Praón, junto a a El Pedroso. Una vez acabado el recorrido, vuelven al lugar de inicio.

La campaña se inició en octubre y, en estos tres primeros meses, aseguran tener ya algunos resultados. Mendiolagoitia señala que «hemos apreciado una pequeña reducción del Índice de Masa Corporal (IMC), que es bastante destacable, sobre todo porque acabamos de pasar por las fiestas navideñas, en las que suele aumentar». El enfermero también asegura que ha habido una reducción de la tensión arterial inicial, en torno a un 8 ó 9 por ciento, «y han bajado las cifras de colesterol, y la glucosa en los diabéticos». Además, el profesional sanitario señaló que el grupo «se mantuvo en la actividad durante los tres meses de forma regular. De hecho, aunque hemos terminado el pilotaje, ellos siguen quedando para caminar como hacían con nosotros».

Las caminatas se organizaban de lunes a jueves, entre las once y las doce menos cuarto de la mañana. El personal del centro de salud se organizaba para acompañar cada día uno al grupo, mientras que se juntaban después en las charlas de alimentación saludable. El profesional médico iba con un distintivo y una mochila con material sanitario «como prevención». Los participantes, por su parte, debían llevar ropa cómoda y una mochila con agua y algo de comer.

Tras el parón de enero, la intención se continuar con el proyecto a partir de febrero. De hecho, es posible que se una nueva campaña con pacientes que tengan Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una enfermedad que atañe a muchos vecinos de las Cuencas debido a su pasado minero. «Para ellos diseñaríamos un recorrido más reducido, pero también es una opción que manejamos», apunta el enfermero. En cuanto al resto de personas interesadas en participar en la campaña, Mendiolagoitia señala que «no tienen más que acudir al centro de salud Mieres Sur y preguntar por el proyecto, todo el personal está informado, así que no tendrán ningún problema y seguro será bueno para su salud».

El equipo del centro de salud Mieres Sur no se ha quedado únicamente en este proyecto, sino que también ha solicitado al Ayuntamiento que señalice la ruta de alguna manera para que los pacientes puedan hacerla cuando quieran y no cerrarse a los horarios que ponen en el centro médico. «Nos han contestado que lo van a hacer, con lo que estamos muy agradecidos, porque estamos convencidos de que es una muy buena idea», subraya.

La iniciativa ya se ha desarrollado con éxito en otras regiones. Así, Mendiolagoitia afirma que «sabemos de un grupo de enfermeras de un centro de salud de Valencia que lo pusieron en práctica hace tiempo». El profesional médico quiso dejar claro que «no se trata de que salgamos a pasear en nuestras horas de trabajo, sino que estamos fomentando la salud. Además, elegimos una hora en la que normalmente acudimos a tomar el café». Los beneficios de los que habla el enfermero están más que demostrados, 45 minutos de caminata durante cuatro días a la semana, sumados a una dieta sana, suponen una reducción de siete kilos de grasa al año. No sólo eso, también ayudan a con sumir menos fármacos, aumenta la fuerza de voluntad, la autoestima y la capacidad de autocontrol. De ahí que los quince participantes «se encuentran muy satisfechos de haber entrado en esta campaña», resalta Mendiolagoitia.