Mieres del Camino,

C. M. BASTEIRO

Acompañar a los alumnos para que no se pierdan con los estudios. Este es el objetivo con el que ha nacido el Programa de Acompañamiento Escolar (PROA) al que se ha adherido el Instituto de Educación Secundaria (IES) El Batán de Mieres. El proyecto consiste en la oferta de clases de apoyo por las tardes para alumnos que tienen algún problema para sacar adelante el curso.

El PROA está coordinado desde El Batán, que ha sido de los primeros institutos de la región en conseguir este programa, e impulsado desde el Ministerio de Educación y el Gobierno del Principado de Asturias. Las clases empezaron el lunes y se ofrecerán todos los lunes y miércoles hasta finales de curso, de cuatro a seis de la tarde, a alumnos de primero, segundo y tercero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

El alumnado asiste de forma voluntaria y las clases buscan «ayudar a la organización del estudio, la regularización de los hábitos de trabajo y la realización de tareas inacabadas», según explicó ayer la orientadora del centro, Blanca Nuñez. Los principales beneficiarios de este programa son los alumnos que tienen alguna dificultad de aprendizaje, o todos aquellos que se encuentren con algún obstáculo para sacar adelante el curso.

El proyecto trabaja en la integración socio-escolar del alumnado. «El PROA también está destinado al apoyo y la oferta de todos los medios para aquellos estudiantes que, por motivos familiares o culturales, no puedan acceder a los recursos necesarios para la correcta marcha de los estudios», añadió ayer Blanca Nuñez.

Todos los recursos materiales para los alumnos y también medios humanos. La coordinadora del programa es la profesora Mónica Piñera, aunque también colaboran en las clases tutores y el área de orientación del centro. El desarrollo habitual de las clases corre a cuenta de un grupo de monitoras acompañantes pertenecientes a la ONG Infancia y Territorio. «Estamos seguros de que harán un gran trabajo e, incluso, una de ellas fue alumna del centro», explicó ayer Nuñez. Las monitoras de la ONG serán las encargadas de ayudar y guiar al alumnado. Durante los próximos meses, enseñarán técnicas de estudio, inculcarán hábitos a los alumnos menos aplicados e intentarán enseñar a los jóvenes a organizarse y llevar al día las labores relacionadas con su formación.

El programa arrancó el pasado lunes con fuerza y ya hay un grupo formado. La asistencia de los estudiantes seleccionados es voluntaria, pero tendrán que ser escogidos por el centro para estar entre los participantes. Lo ideal para los responsables del proyecto es no formar clases con demasiados estudiantes, con el fin de «prestar la suficiente atención a cada alumno, ya que son estudiantes con particularidades distintas», señalaron desde El Batán. La intención del instituto mierense es seguir adelante con este proyecto y continuar ofreciéndolo durante los próximos cursos. Con la intención de enseñar a los que más necesitan y más difícil tienen aprender.