Mieres del Camino,

J. VIVAS

El Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), perteneciente al CSIC y a la Universidad de Baleares, acaba de publicar un estudio que revela que los adolescentes conocen mucho más acerca de la fauna exótica que de la autóctono, aunque muchas especies locales sean muy comunes o estén en peligro de extinción. El informe contó con la colaboración de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (UMIB), con sede en el campus de Mieres. De este modo, se amplió el campo de acción al Principado de Asturias para contrastar los resultados obtenidos en Mallorca. En total, participaron 200 jóvenes de la región.

El informe está dirigido por Meritxell Genovart, del Grupo de Ecología de Poblaciones del Imedea, quien destacó que los resultados «son preocupantes para la conservación del patrimonio natural local». La investigadora subrayó que «un mayor conocimiento de las especies exóticas frente a las locales puede llevar a los jóvenes a asociar los términos "fauna salvaje" y "conservación" a estas especies». Paola Laiolo, investigadora de la UMIB, coincide con su colega. Eso sí, asegura que la falta de conocimientos «no es culpa de los centros educativos, sino de la propia cultura de los jóvenes». De hecho, para hacer la muestra se utilizaron estudiantes de primer curso de Secundaria «cuyos profesores aún no habían tocado temas como la biodiversidad», resalta Laiolo.

El estudio se desarrolló en seis centros de la región, el IES El Batán (Mieres), el CPEB de Cabañaquinta (Aller), el IES Monte Naranco (Oviedo), el IES Número 5 (Avilés), el IES Escultor Juan de Villanueva (Siero) y el IES Rosario de Acuña (Gijón). «Todos fueron muy colaboradores», resaltó la investigadora, quien añadió que «se mostraron muy interesados en este estudio». Los alumnos tenían que pasar un test que constaba de diez preguntas en las que se mostraba una imagen de un animal y cinco respuestas. La media de aciertos era de más del 50%, «lo que da cuenta de que el problema no está en la educación». Sin embargo, a la hora de identificar a los animales, «los adolescentes encuestado reconocían antes a un koala que a un urogallo», afirma Laiolo.