Rioseco,

Pablo CASTAÑO

El programa de cría en cautividad del urogallo cantábrico que se desarrolla en el parque de Redes afronta una nueva etapa. El comité de gestión del plan acordó en su última reunión encargar a una empresa especializada la redacción de un protocolo para la suelta en su hábitat natural de los primeros ejemplares nacidos en cautividad. El objetivo es reforzar las poblaciones y evitar la extinción.

Según los últimos datos ofrecidos por el Principado de Asturias, en el centro de cría en cautividad de Sobrescobio viven 13 urogallos cantábricos tras morir tres de los cuatro ejemplares nacidos en las instalaciones el pasado mes de junio. Para esta primavera se esperan nuevos nacimientos y los responsables del programa ya está pensando en las primeras sueltas de ejemplares.

Según informaron desde el comité de gestión del programa LIFE+ Urogallo Cantábrico, técnicos de la Fundación Biodiversidad, del Gobierno de Cantabria, del Principado de Asturias, de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, del Consorcio Interautonómico para la gestión coordinada del Parque Nacional de los Picos de Europa y de la organización SEO/BirdLife se reunieron hace unos días en Santander para revisar el protocolo de reintroducción de los urogallos procedentes del centro de cría y reserva genética de Sobrescobio con vistas a activarlo.

La Estrategia para la Conservación del Urogallo Cantábrico de España, aprobada por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza el 17 de marzo de 2004, y cuyo objetivo es reducir el actual grado de amenaza de la población y asegurar su conservación a largo plazo, apostó por la puesta en marcha de un programa de cría en cautividad que se desarrolla desde 2009 en el parque natural de Redes, pero también incluía la elaboración de un protocolo para el refuerzo de poblaciones en zonas óptimas de la cordillera Cantábrica. Esa fase se pone ahora en marcha.

Desde el programa LIFE+ Urogallo señalan que son muy numerosos los proyectos de liberación llevados a cabo con urogallos centroeuropeos y que algunos de los más recientes ofrecen resultados preliminares prometedores en cuanto a supervivencia y adaptación de los ejemplares liberados. En la reunión celebrada en Santander, los expertos revisaron 29 proyectos de reintroducción de urogallo en Europa para conocer cuáles han sido las mejores experiencias.

Los responsables del programa señalan a través de su boletín electrónico que «a pesar de la complejidad que sugieren las experiencias de reintroducción de ejemplares centroeuropeos, la especial situación del urogallo cantábrico aconseja la puesta en marcha de un programa de reproducción ex situ». Además añaden que «siendo una subespecie en peligro de extinción, la conservación en libertad puede no ser suficiente y el reforzamiento, a partir de poblaciones cautivas, puede ser necesario para prevenir la extinción. La baja densidad de las zonas que actualmente mantienen ejemplares y su escasa productividad, por debajo del umbral mínimo de renovación poblacional, dificultan enormemente la posible recuperación de poblaciones aisladas a partir de núcleos-fuente naturales».

Asimismo, también apuntan que la singularidad genética del urogallo cantábrico desaconseja la introducción de ejemplares pirenaicos o centroeuropeos y, por ello, la cría en cautividad se presenta como la única alternativa para el reforzamiento o reintroducción en la cordillera. «Si se quiere revertir el marcado declive que sufre la subespecie en la cordillera Cantábrica parece necesario actuar mediante el reforzamiento externo de las poblaciones, sin que por ello se deban reducir los esfuerzos paralelos para la conservación de las poblaciones silvestres y de su hábitat», añaden.

El documento que los técnicos están elaborando es el último paso antes de dar el visto bueno definitivo a las reintroducciones. El proceso es complejo y por ese motivo se ha encargado el trabajo a la empresa Esgerena, que cuenta con un plantel técnico especialista en el manejo del urogallo cantábrico. Los requisitos necesarios para poder acometer cualquier proyecto de reintroducción son muy estrictos y vienen marcados no sólo por la legislación ambiental vigente sino por las directrices de organismos internacionales como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) o las recomendaciones de SEO/BirdLife en España.

Los responsables del programa LIFE+ Urogalllo señalan que en el documento que se ha encargado se tratarán temas como las técnicas de cría y el proceso de preparación de los ejemplares reproductores y destinados a la suelta, las acciones preparatorias de manejo de hábitat y control de la depredación y competencia, las zonas óptimas destinadas a la suelta, además de las técnicas de liberación y el programa de seguimiento. Además se analizarán múltiples variables: parámetros veterinarios referentes al estado físico y sanitario de las aves, los métodos de crianza y de manejo, los criterios de selección de los lugares de suelta y como deben ser el traslado, las fechas propicias o el número de ejemplares y el modo en que se liberarán. Asimismo es necesario que los lugares de suelta cuenten con unas condiciones de calidad de hábitat y ausencia de peligros que garantice la supervivencia de los urogallos liberados.

De momento, en el centro de Sobrescobio viven trece ejemplares de urogallo al morir tres de los cuatro pollos nacidos el pasado mes de junio en las instalaciones. Su desarrollo era incierto desde un principio y finalmente sólo uno de ellos logró sobrevivir, tal y como explicaron responsables de la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado. La comunidad del centro de cría está formada ahora por un macho y una hembra procedentes de los huevos recogidos en 2009 en León y Muniellos, nueve ejemplares nacidos en 2011 de esta pareja, dos hembras mansas recogidas en Tarna y en los montes de León, y el pollo nacido en junio.

En la actualidad, los ejemplares reproductores del centro de cría están organizados en tres grupos. El primero lo forma la pareja fundadora, el macho y la hembra nacidos en 2009, responsables el pasado año de una puesta de nueve huevos. Siete de los huevos llegaron a eclosionar y únicamente cuatro pollos sobrevivieron. Estos ejemplares fueron trasladados a la incubadora, ya que la madre abandonó la puesta antes de tiempo. Finalmente solamente uno de ellos logró desarrollarse, tal y como detallaron los representantes de la Consejería.

Otro de los grupos reproductores del centro de cría está integrado por un macho nacido en 2011 en las instalaciones y la hembra de comportamiento anómalo recogida en León, que puso la pasada campaña once huevos, si bien ninguno de ellos llegó a eclosionar. La tercera pareja, formada por otro macho nacido en 2011 en el centro de Sobrescobio y la hembra recogida en una carretera en Tarna, no llegó ni siquiera a reproducirse.