Son los gemelos de moda: tecnócratas, brillantes, cultos y liberales. Alberto y Álvaro Nadal ocupan puestos clave en la política económica del Gobierno de Rajoy. El primero está al frente de la Secretaría de Estado de Energía, con las vistas puestas, según los mentideros de Madrid, en la sucesión del ministro de Industria, José Manuel Soria; el segundo dirige la Oficina Económica de Moncloa, sentado a la derecha del Presidente. Son como dos gotas de agua. Ahora se les distingue mejor porque Alberto se ha dejado barba. Los Nadal, con origen en una familia de clase media madrileña y que acaban de cumplir 43 años, fueron brillantes en sus estudios. Se licenciaron en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas (primero y segundo de su promoción), y ampliaron estudios en Harvard y Washington. Hablan cuatro idiomas -español, inglés, francés y alemán- y pertenecen al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Los dos son padres de familia, con dos hijos cada uno, y están casados con mujeres de carrera profesional en el Estado: diplomática, la de Álvaro; técnico comercial, la de Alberto. Y también comparten aficiones: les apasiona la música clásica y disfrutan con los ensayos de economía e historia. Alberto Nadal, antes de llegar al Ministerio de Industria, ocupaba un importante cargo en la patronal española CEOE; antes desempeñó varios cargos en el Ministerio de Economía y Hacienda en la época de Aznar, fue director general del Instituto de Crédito Oficial (ICO), secretario general de Comercio Exterior y consejero económico y comercial de la Embajada en Estados Unidos.