La temporada pasada, el Asturias finalizaba tercero en Segunda Regional. Los ascensos del Caudal y Avilés propiciaron otros en cadena y con ellos el conjunto de Blimea pudo subir a Primera Regional. Un gran premio para un club que afrontaba su segundo año de vida tras desaparecer en 2001 y que le permitía afrontar este curso con un bloque ilusionante, con una mezcla de juventud y veteranía, pero con un gran número de efectivos de la casa. Y con una cosa clara: el objetivo pasaba por la permanencia. Sin embargo, la temporada ha resultado mejor de lo esperado y, actualmente, a falta de cuatro jornadas para la conclusión, el Asturias de Blimea es tercero y ocupa por tanto una de las posiciones que dan derecho a jugar la promoción de ascenso a Preferente.

El club está presidido por Jonathan Díaz y tiene a Pablo Escobio de entrenador y a Pachu de preparador físico de una formación que tiene 21 jugadores: Rubén Toyos y Molina como porteros; Miguel Fernández, Abraham Buelga, Mario Castro, Omar Cuetos, Tomás Sánchez, Chumbina y David González como defensas; Pepe, Daniel Lera, David Valdés, Guardiola, Boris Blanco y Karin Marhadi como centrocampistas; y Omar García, Enol Durán, Cuendia, Humberto Noriega, Eduardo Alvarez y David Espin como delanteros.

Los 52 puntos que tiene en la actualidad le permite disponer de un punto de ventaja sobre el Ribadedeva y dos sobre el Manuel Rubio, Madalena de Morcín y Racing de la Guía tras obtener dieciséis victorias, cuatro empates y diez derrotas. «Nos reforzamos bastante bien, pero nadie pensaba con ascender otra vez. Es complicado que logremos quedar entre los tres primeros, pero tenemos un buen calendario, hay enfrentamientos directos entre los perseguidores y podemos aprovechar el hecho de que no tenemos la presión de otros y que sería todo un sueño y sería lo máximo conseguir otro ascenso», señala Jonathan Díaz, presidente del Asturias.

Y es que los precedentes apuntan que lograr dos ascenso consecutivos es una tarea muy complicada y en esta temporada, en Primera Regional, solo podrían conseguirlo los blimeínos y el Boal.

Una de las claves que define a este equipo es quizás la evolución. «Es más que reseñable la labor del entrenador. Cogió unos chavales que estaban de varios años sin competir o que llegaban desde el fútbol sala. Ha hecho un trabajo perfecto a todos los niveles, tanto táctico como deportivo. Han evolucionado mucho desde pretemporada», comenta el presidente.

Por eso, Jonathan Díaz tiene claros los rasgos que les definen: «Somos muy ordenados a nivel táctico y nos gusta mucho jugar el balón. No tenemos muchas individuales. Somos muy equilibrados, independienteme de que Cuendia sea el máximo goleador de la categoría».