Mieres del Camino, J. Á. G.

Las jornadas dedicadas a Manuel Grossi «Manolé» se abrieron en Mieres con la presentación del libro «Cartas a Oscar» y el acto contó con la intervención del historiador y profesor Ernesto Burgos, del hijo de Manolé, Germinal Grossi, y de María Teresa Carbonell, presidenta de honor de la Fundación Andreu Nin de Cataluña. El moderador fue Boni Ortiz, de la Fundación Andreu Nin de Asturias, entidad organizadora con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

Para Ernesto Burgos, «Manuel Grossi era un personaje muy olvidado, incluso para los historiadores». Y aclaró que «su papel en la Revolución del 34 y en la Guerra Civil estuvo silenciado porque no era de la cuerda de los historiadores de izquierdas, ni del PSOE ni del PCE». En este sentido, Burgos ha trabajado a fondo en la figura de Grossi. «Cuando empecé hace años encontré que este hombre no aparecía en los libros y me resultaba muy interesante», explicó Burgos. No en vano, Manuel Grossi fue un actor principal en los acontecimientos históricos de aquellos tiempos y fue él quien proclamó la revolución desde el ayuntamiento de Mieres en 1934. El conflicto le llevará a la cárcel, y cuando sale tras la amnistía, marcha a Barcelona donde se encontraban militantes afines a su ideología. De hecho empezó militando en una organización de origen catalán, el Bloque Obrero y Campesino, que tenía implantación en Mieres. «Cuando empieza la guerra civil Manuel Grossi estará al frente de la División Lenin, y sufrirá las purgas del ala estalinista de los comunistas contra los trosquistas del POUM, donde se hallaba Grossi».

La figura de Grossi también fue glosada por María Teresa Carbonell, que lo conoció en su juventud, y especialmente por uno de sus hijos, Germinal Grossi, venido expresamente desde Francia. El hijo de Manolé recordó la figura de su padre y una visita de juventud a Mieres en los años sesenta. Germinal Grossi vino a conocer a Marcelino Magdalena, amigo y compañero de su padre. La Guardia Civil, sin embargo, leía la correspondencia de algunas personas y estaban enterados de la visita. Le propinaron una paliza a Marcelino Magdalena, y a Germinal Grossi le metieron en el calabozo hasta la hora de salida del tren de vuelta a Francia, donde residía.

El libro «Cartas a Óscar» recoge una colección de cartas que Manolé mandó desde el exilio a su amigo Óscar García, comentando la Transición española, e hilvanándolo todo con recuerdos de mierenses de los años treinta. «Analiza la Transición desde la izquierda revolucionaria, con criticas a Felipe González, a Carrillo, al Rey...», explicó Ernesto Burgos. «Es interesante ver cómo, a pesar de las discrepancias políticas que pudieran mantener, hay una línea de cariño que no traspasan. Es algo que me resulta muy emotivo».