Hunosa construirá la central eléctrica de biomasa en el polígono industrial de Reicastro, en Mieres. La decisión ya está tomada y la empresa estatal incluso ha iniciado los trámites para desarrollar el proyecto energético.

En septiembre de 2012, la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, anunció tras reunirse con el presidente del Principado, Javier Fernández, que la empresa estatal minera estaba elaborando un estudio para la puesta en marcha de un central eléctrica alimentada por biomasa en las Cuencas. En aquel encuentro solicitó al Principado colaboración para poder explotar los montes de utilidad pública y obtener residuos vegetales que añadir a los que la empresa puede obtener en los terrenos forestales con los que ya cuenta. Desde entonces, Hunosa ha seguido dando pasos para el proyecto. Ha intensificado las plantaciones de árboles en las antiguas minas a cielo abierto; ha mantenido reuniones con asociaciones de propietarios de fincas forestales de las comarcas mineras; ha ensayado la quema de biomasa junto con carbón en la central térmica de La Pereda dentro del proyecto «Pellet In», coordinado por la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN), y ha dado los primeros pasos para construir la planta.

Hunosa, tras barajar varios emplazamientos en las Cuencas, se ha decantado por el polígono industrial de Reicastro, ubicado entre las localidades mierenses de Ujo y Figaredo. Se trata de un parque industrial propiedad de Hunosa que fue urbanizado hace más de un año para acoger empresas de reactivación participadas por la compañía estatal y que permanece vacío ante la caída de iniciativas industriales por la crisis. El polígono se asienta en una antigua escombrera de carbón con 120.710 metros cuadrados de superficie, de los cuales 77.347 son útiles para el asentamiento de actividad industrial. El área empresarial, cuya urbanización costó más de 2,6 millones de euros, dispone de todos los servicios básicos.

Una vez decidida la ubicación, Hunosa ya ha iniciado los trámites para desarrollar el proyecto. Ha pedido los primeros permisos al Principado y ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico un aprovechamiento de aguas del río Caudal con destino a la planta de generación eléctrica a partir de biomasa forestal. En concreto ha solicitado un caudal de 14 litros por segundo para abastecer a la central y prevé la construcción de un pozo de 15 metros de profundidad y 2,5 metros de diámetro con solera de hormigón y dispositivo de bombeo.

Ante la caída de la actividad minera, Hunosa están buscando nuevas actividades generadoras de riqueza y empleo dentro de sus campos de actuación. El de las energías limpias es uno de los principales. Está desarrollando proyectos vinculados a la energía geotérmica, de captura de CO2, de aprovechamiento del metano de las minas y de las capas de carbón, de energía eólica y ahora también de biomasa. Los primeros pasos se dieron con la aprobación del plan forestal de Hunosa, que prevé una inversión de cinco millones de euros en la plantación de 1,2 millones de árboles en 3.000 hectáreas de terreno de las antiguas minas a cielo abierto de La Braña del Río, La Matona, Mozquita, L'Abeduriu, San Víctor, El Cantil y Coto Bello.