Con el pregón de Pardeiro y la entrega del Langreano de Honor comenzó la jornada festiva, que prosiguió con la bendición del ramo y la misa, que fue cantada por el Coro Santiaguín y oficiada por el párroco de Ciaño, Cristóbal Samaniego, a escasos metros de la capilla. La imagen de la Virgen del Carbayu fue trasladada previamente desde el interior de la ermita.

Cientos de personas asistieron al oficio religioso en el que el sacerdote envío un «mensaje de esperanza a aquellos pueblos que sufren y de modo especial a Siria». «Las armas, las bombas traen más sufrimiento a los más débiles», señaló antes del inicio de la procesión alrededor de la ermita. Llegó entonces la hora de la puya'l ramu que empezó con 15 euros pero que subió después hasta los 17 euros para la segunda rosca de pan. La jornada festiva continuó con la comida campestre y las distintas actuaciones musicales y de humor en la segunda jornada de las fiestas.