Mieres explora este fin de semana al mundo de las setas. La asociación "La Pardina" celebra sus XII Jornadas Micológicas del otoño, con un programa centrado en una exposición con más de 200 especies que está abierta al público en la Casa de Cultura. La seta más buscada por los curiosos que se acercaron ayer a la muestra fue la "Amanita phalloides", el ejemplar más tóxico que se puede encontrar en los montes de la comarca.

La ingesta de veinte gramos de esa seta es mortal para los humanos. Por eso, los miembros de "La Pardina" han querido darle un protagonismo especial en estas jornadas. "Una persona que no sea experta puede cogerla por error e ingerirla", explicó Jorge Díaz, miembro de la junta directiva de la asociación. La cita incluyó ayer por la tarde una charla en la que los expertos recordaron las tres características clave para distiguir a la "Amanita phalloides": la volva (una especie de bolsa) blanca de su base, la anilla que rodea el tallo y las láminas blancas que tiene bajo el sombrero.

Con esta descripción clara es difícil equivocarse, pero ante la duda es mejor no probar suerte. "Si una seta no nos convence, lo mejor es dejarla en el monte o consultar a un experto antes de nada, no hay que arriesgar", señaló Díaz. La "Amanita phalloides" es la más dañina, pero el mundo de las setas tiene otros peligros.

Juzgar a los hongos por la apariencia puede ser un error mortal. Dentro de la misma familia que la "phalloides", la exposición de Mieres también muestra unos ejemplares de "Amanita muscaria". Es el hongo que ilustra muchas historias infantiles, con sombrero rojo y tallo ancho y blanco, pero ingerirlo no es ningún cuento. Según Jorge Díaz, esta seta puede producir alucinaciones, provoca deshidratación y también puede llegar a ser mortal. Para evitar malos entendidos, "La Pardina" ha colocado la etiqueta "a descartar" en otras setas que son inofensivas pero se pueden confundir fácilmente con los hongos peligrosos.

La "Amanita muscaria" parece inofensiva, una seta de cuento, pero es mortal. Con la "Trompeta de los muertos" pasa justo lo contrario. Se trata de un hongo negro, alargado y con un aspecto poco apetecible, pero en el plato es un manjar. "Su nombre es una herencia del mundo celta pero, lejos de ser tóxica, es un plato exquisito cuando se cocina. Sirve como acompañamiento de carnes o huevos y tiene muy buen sabor", destaca Díaz.

Hay mucho que aprender y la exposición recibió ayer visitantes desde primera hora de la mañana hasta el cierre, a las ocho de la tarde. "La Pardina" repite hoy horario con el objetivo de llegar a todos los que estén interesados en el mundo micológico. Según Jorge Díaz, la afición por las setas está creciendo y "La Pardina" suma socios a un ritmo vertiginoso. El experto atribuye este "boom" a la incorporación de las setas en la cocina más innovadora, pero reitera que hay que ser precavidos. Un 90% de las intoxicaciones alimentarias con setas se producen por una confusión en la colecta.