La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La incertidumbre del sector extractivo

El recorte de las ayudas para las minas ya alcanza el previsto por la UE para 2018

Las subvenciones recibidas por las empresas, que afirman encontrarse al límite, ya alcanzaron el 75% programado para su cierre, dentro de cuatro años

Parque de carbones en la central de Soto de Ribera. | fernando geijo

La situación en la que se encuentra el sector del carbón español es realmente mala. Más allá de que en los papeles se haya firmado la continuidad de las minas hasta 2018, llámese bien el Plan del Carbón, o el Plan de Empresa de Hunosa, lo cierto es que buena parte de las compañías privadas se encuentran al límite. El ajuste en materia de ayudas que ha sufrido el sector en los últimos años es mucho más duro incluso de lo que exigió en 2010 la Unión Europea (UE). De hecho, tomando los datos del pasado año, en 2013 las ayudas recibidas por las empresas privadas fueron incluso menores de lo que el plan de Bruselas estipulaba para la minería española en 2018. El ajuste minero se hace apretando de golpe todos los agujeros del cinturón, no yendo uno a uno, como posibilitaba Europa.

Las cifras son claras. Más allá de las buenas palabras de los partidos políticos y de los gobernantes, lo cierto es que, en 2011, las empresas privadas tenían presupuestadas unas subvenciones para la extracción del carbón de casi 237 millones de euros (236.808.070). Ese año 2011 es el que la UE tomaba como referencia para las posteriores reducciones, el sector acabó recibiendo el dinero comprometido. En 2012, con las reducciones de Bruselas en la mano, las empresas podrían haber recibido unas ayudas valoradas en 177,6 millones de euros, es decir, un recorte del 25%. En 2013, el máximo fijado era el mismo, ya que no había obligación de seguir reduciendo las subvenciones. En los presupuestos generales del estado, en 2012 se recogía una reserva de 142 millones para ayudas al carbón producido en las minas de empresas privadas. Es decir, las subvenciones se redujeron en un 40%. Además, la cantidad abonada finalmente a las compañías fue menor, ya que apenas alcanzó los 65 millones de euros. De esta forma, en realidad, las ayudas a la extracción de carbón habían caído un 72,5% respecto a lo presupuestado en 2011. Una reducción prácticamente igual a la prevista por la Unión Europea para el año 2018, el último en el que teóricamente se van a poder conceder subvenciones públicas a las empresas carboneras.

En 2013, los presupuestos recogían una cantidad de 120 millones para ayudas, un 49% menos de lo comprometido en 2011, y mucho más del 25% de reducción exigido en Bruselas. Hasta el momento se han abonado 38 millones, lo que representa sólo el 32% del dinero comprometido para el año pasado, y el 16,4% de lo otorgado para la producción de carbón minas privadas en España en el año de referencia, el 2011.

De momento, el pago de ayudas para este año aún tendrá que esperar. La UE fijaba para 2014 una bajada del 40% respecto a 2011, es decir, un máximo de 94.723.228 euros. Presupuestados hay 49.285.450 euros para firmas privadas, una bajada del 79%. Es decir, una candidad aún inferior a la que Bruselas le hubiera permitido otorgar a España para ayudas a la producción de carbón en 2018, el último año en el que, de momento, estarán permitidas estas subvenciones.

Según lo estabecido por la Decisión de la UE referente a las subvenciones a las minas de carbón, el recorte de ayudas debía ser de al menos el 25% en 2013; del 40% hasta finales del 2015; el 60% en el año 2016 y del 75% en 2017 y al año siguiente, cuando a 31 de diciembre de 2018 las minas que hayan recibido ayudas estatales deberán poner "irrevocablemente" fin a su actividad, a no ser que en estos próximos años la UE, que está revisando su política energética, se eche atrás y pretenda defender uno de sus escasos combustibles fósiles autóctonos (el único en España).

La reducción en la cuantía de las ayudas a la producción han venido acompañadas, además, por los retrasos en los pagos. Esta circunstancia, unida a la escasa compra de carbón por parte de las empresas eléctricas, ha llevado al sector del carbón al límite. En lo que va de año, la producción eléctrica con carbón supone el 7,2% del total, una cifra muy por debajo del 14,6% del total del año padado. Los atrasos en los pagos de las ayudas llevaron a algunas empresas al concurso de acreedores, lo que, a su vez, las excluía del reparto de suvenciones del año siguiente.

Compartir el artículo

stats