La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los ganaderos no podrán tener mastines en los montes para prevenir el ataque de los lobos

El Principado establece que los perros deben estar controlados o con su dueño

Asistentes a la jornada técnica para evitar el ataque del lobo. F. RODRÍGUEZ

La semana pasada, la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos organizó en el parque de Redes (en Rioseco) una jornada técnica para prevenir los ataques de lobos, con gente llegada de todo el norte de España. Dos fueron las medidas propuestas, el uso de cercados eléctricos, y el de mastines. En el ámbito de Redes ambas pueden ser medidas ambiguas, porque una de ellas, la de los perros pastores de gran talla, sólo puede utilizarse en fincas cerradas, no en el monte, donde las reses pasan varios meses al año.

Además, la posibilidad de instalar cercados eléctricos móviles no viene recogida en el nuevo borrador del Instrumento de Gestión Integral (IGI) del espacio protegido, que abarca los territorios de Caso y Sobrescobio. Sobre los perros pastores, el documento indica que "deberán cumplir la función encomendada y su propietario deberá velar evitando su extravío así como que su presencia pueda originar riesgo de que se ocasionen daños a las personas, a la fauna catalogada o cinegética y al ganado". Además, se considerará "perro errante" a todo can "que fuera de una acción de caza o guarda de un rebaño no se encuentre bajo el cuidado efectivo de su dueño, se encuentre fuera del alcance de su voz o de un instrumento sonoro que permita llamarle o que esté alejado de su propietario o propietaria o de la persona poseedora más de 100 metros". Así, la presencia de mastines para evitar ataques de lobo está limitada a las fincas privadas, y nunca podrían encontrarse en los montes comunales, donde se producen la mayoría de los ataques al ganado.

Compartir el artículo

stats