El director general de Aucalsa, Eduardo Arrojo, se mostró ayer satisfecho por los resultados obtenidos por sus trabajadores durante la pasada campaña de invierno, en la que la autopista de peaje del Huerna apenas tuvo que ser cerrada al tráfico. De hecho, la A-66 no estuvo clausurada ni un solo minuto para vehículos ligeros, es decir turismos. En los casi 6 meses que duró la campaña, tan sólo tuvo que cortarse la circulación durante dos horas y cuarto para camiones, en todo el invierno pasado. "Fue a consecuencia de dos nevadas muy fuertes que se produjeron los días 25 y 26 de marzo", concretó Arrojo. "A ver si tenemos la misma suerte que el año pasado y podemos cumplir con el deber que tenemos encomendado de garantizar la circulación", deseó el gerente de Aucalsa.

Una de las grandes dificultades que presenta esta vía de comunicación es que, según apuntó el responsable de Aucalsa, "tiene una traza de unos 80 kilómetros con dos climas diferentes, en Asturias y en León, separados por un túnel de 4 kilómetros". "Hay veces que al norte del Negrón hay una climatología y al Sur hay otra", indicó. Para poder anticiparse a cualquier fenómeno meteorológico, Aucalsa dispone, desde el pasado año, de un programa meteorológico holandés. "Tenemos 6 estaciones meteorológicas y conocemos cuánto va a nevar en cada punto cada día, a qué hora, dónde está la cota de nieve, cuáles son los grados de humedad", explicó Arrojo. Además, Aucalsa también tiene otro contrato con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

"Es muy importante saber con antelación lo que va a pasar para poder reaccionar a tiempo", puntualizó el responsable de la concesionaria, que destacó que sus previsiones no marcan precipitaciones en forma de nieve al menos hasta "el 3 o el 4 de diciembre".