Hablar de turismo en Mieres es hablar, sin duda, del patrimonio industrial y minero de un concejo que no sólo no olvida su pasado, sino que apuesta por convertirlo en eje central de su presente y su futuro. Da igual dónde comience la visita, en todos los puntos nos encontramos espacios, instalaciones y elementos que nos hablan del carbón, de los mineros, del movimiento obrero... De lo que ha sido y aún es Mieres. Podemos empezar el recorrido por el poblado minero de Bustiello, construido entre 1890 y 1925 por una empresa del grupo industrial del Marqués de Comillas y donde se levantó desde una iglesia a un casino, pasando por una escuela o un sanatorio y, por supuesto, las viviendas para que ingenieros y obreros vivieran allí y no necesitaran salir de ese espacio para realizar sus tareas cotidianas. Este lugar, que aún conserva su estética y sus características, es una excepción dentro del patrimonio industrial asturiano y ejemplifica como pocos el paternalismo industrial, que buscaba alejar al obrero y sus familias de los movimientos sociales más reivindicativos. Saliendo de aquí, la visita a Mieres puede continuar en el Valle de Turón, en el que a cada paso nos recibirá un elemento catalogado de arqueología industrial (puentes, castilletes, túneles...). Todo en un valle que forma parte de la historia minera y donde podemos disfrutar visitando lugares tan emblemáticos como el pozu Espinos, el pozu Fortuna o el socavón de la Rebaldana. Y esto sin perder de vista los castilletes de pozos como el de San José o Santa Bárbara (explotación declarada bien de interés cultural y en pleno proceso de restauración), que, se esté cerca o lejos, pueden aparecer en el horizonte en cualquier momento del recorrido.

Pero Mieres es aun más. Es el Mieres del Camino de Santiago, donde los peregrinos reponían fuerzas tras haber atravesado la Cordillera en el itinerario de León a Oviedo. Un Mieres que sigue en el Camino (cuenta incluso con un albergue, ubicado en La Peña) y al que no le faltan atractivos de todo tipo. Por ejemplo, nadie que lo visite debería irse sin tomar una botella de sidra en la plaza de Requejo o perderse en la belleza natural del Valle de Cuna y Cenera, donde también se puede visitar el Museo Etnográfico de Gallegos y la Panerona de Cenera. Sin olvidarnos de otros núcleos como Ujo, con su iglesia románica; Lloreo, con su centro de interpretación del ferrocarril minero, o el Valle de San Juan, con sus áreas recreativas (la Teyerona, el Carbayón...) y su importante patrimonio industrial (pozu Tres Amigos, Polio...). Son sólo algunos ejemplos, porque si hay algo seguro es que, se vaya donde se vaya, se encontrará algo que ver y algo de lo que disfrutar. No tenga dudas, venga a Mieres.

* Información y reservas para los equipamientos turísticos: www.territoriomuseo.com o en el teléfono 985422185.