La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El turismo de invierno en los valles mineros

El Angliru, el nuevo paraíso asturiano del esquí

El alto del Angliru recibe en estas fechas a decenas de deportistas que aprovechan la nieve en la carretera de la mítica cima para utilizarla como improvisada pista de travesía

El puerto del Angliru, en Riosa, ha dejado de ser únicamente el "Olimpo del ciclismo" para convertirse también en el paraíso de la nieve. De forma improvisada, por la afición de los esquiadores, la mítica cumbre se ha convertido en la tercera estación invernal de Asturias, junto a la de Valgrande-Pajares, en Lena, y Fuentes de Invierno, en Aller. No es un complejo invernal oficial, pero desde hace varias semanas los gerentes del albergue que se encuentra ubicado en mitad del puerto han percibido un incremento de personas que acceden a la zona para esquiar.

José Ángel Calvo, uno de los empresarios que gestiona el equipamiento turístico, explica que "ahora es bastante habitual ver a muchos grupos de aficionados subir con los esquíes". Relata que las condiciones de la nieve son inmejorables. Y eso, para los esquiadores, es poco menos que el paraíso. "Hubo días que teníamos cerrado y si hubiéramos abierto estaríamos a tope, habríamos hecho el agosto en enero", confiesa bromeando Calvo, quien asegura que las bondades paisajísticas que ofrece la mítica ascensión en esta época suponen un marco incomparable para los amantes de la naturaleza.

La nieve ha cubierto por completo las empinadas rampas de la cima riosana. Así, en algunos puntos míticos para los ciclistas como la Cueña Les Cabres a penas se ven los carteles informativos. La carretera se ha convertido en una enorme pista por la que los aficionados, después de subir con sus esquíes de travesía, disfrutan bajando como si de una auténtica estación se tratase.

Una de las personas que es habitual en la cima riosana es la montañera asturiana Rosa Fernández. Junto a un grupo de amigos, estuvo en el Angliru el pasado 20 de enero practicando esquí, una de las disciplinas con las que completa su entrenamiento durante el invierno. Fernández asegura que, "si sabes esquiar, merece mucho la pena subir". Aunque alerta de que hay que extremar las precauciones por el riesgo de avalanchas en algunas zonas, como la citada Cueña Les Cabres, reconoce que esquiar en el Angliru "es una experiencia única". Para la experta montañera, la cima riosana "tiene la ventaja de que a la gente de Oviedo nos queda muy cerca de casa" y pese a que "hay que hacer el esfuerzo de ascender con los esquíes de travesía", el recorrido posterior "es apasionante".

Las posibilidades que durante estas fechas invernales ofrece el Angliru a los esquiadores suponen un complemento perfecto para las que se desarrollan durante el verano. Aunque por norma general la gente asocia el alto riosano con el ciclismo, lo cierto es que en la sierra del Aramo y, concretamente en el Angliru, existen infinidad de senderos y rutas para los amantes de los deportes de aventura y naturaleza.

Además, las sendas que se adentran en el valle riosano y en Morcín desde las propias laderas de la montaña suponen un gran atractivo para los amantes de la bicicleta de montaña. De hecho, por algunos de ellos pasa el anillo ciclista de la Montaña Central, un recorrido perimetral de más de 250 kilómetros que abarca los concejos de Mieres, Aller, Lena, Morcín, Ribera de Arriba y como no, Riosa.

A la espera de que la Vuelta a España regrese al Angliru, el mítico puerto se sigue valiendo por sí mismo. Sin buscarlo, el alto conjuga una dualidad de sensaciones en función del clima y de la estación. Para los ciclistas, sus rampas se vuelven un infierno. Los esquiadores tocan el cielo.

Compartir el artículo

stats