Mieres se echó ayer a la calle para apoyar a los seis detenidos durante las movilizaciones mineras del verano de 2012, en un enfrentamiento que tuvo lugar en el pozo Santiago (Aller), y que irán esta mañana a juicio en la sala número 3 de lo Penal de Oviedo. Unas mil personas -650 según la Policía Local y 1.500 según la organización- se manifestaron por el centro de la villa para reclamar la retirada de los cargos.

La marcha arrancó del parque Jovellanos a las doce y media. Estaba convocada por la plataforma "Asturies en Pie", en colaboración con el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y el sindicato Corriente Sindical d' Izquierdes (CSI). No obstante, fue una protesta más popular que política porque algunos de los detenidos en el pozo Santiago son muy queridos por los vecinos de la comarca, especialmente en el concejo de Aller.

Uno de ellos, Eduardo López, iba detrás de la pancarta que encabezaba la protesta. Al término de la manifestación se dirigió con voz temblorosa al público: "Muchas gracias a todos los que habéis venido hoy hasta aquí, os lo agradeceré siempre". "Sobre todo, gracias a todos los que me han apoyado durante este tiempo, en el que he estado esperando para saber si tendré que ir a la cárcel", añadió.

La Fiscalía de Asturias pide una pena de cuatro años para uno de ellos y tres años para los otros cinco detenidos. Además, también solicita que los acusados "de forma conjunta y solidaria" indemnicen a la Guardia Civil. El juicio se celebra tan sólo unos días después de que la titular del Penal 3 de Oviedo condenara a cinco mineros de Cerredo (Degaña), a dos años y medio de cárcel, acusados de atacar a un ingeniero de la mina. "No tiene sentido que los trabajadores paguen por defender su puesto de trabajo", destacaron desde la CSI. El lema de la manifestación fue "Contra la represión, solidaridad".

Los hechos que iniciaron el proceso judicial tuvieron lugar el día 6 de junio de 2012. En el marco de las movilizaciones mineras se cortó la carretera AS-112 (Corredor del Aller) a la altura del pozo Santiago, entre Caborana y Valdefarrucos. El Ministerio Fiscal sostiene que los acusados estaban en una de las barricadas y lanzaban "cohetes, tornillería, pelotas de golf con aparatos caseros y demás objetos". En concreto, uno de ellos, "lanzaba cohetes con una lanzadera hecha artesanalmente" y otro "lanzaba piedras hacia los agentes de la Guardia Civil trasladados al lugar".

No todos los detenidos tenían una relación directa con la mina. Eduardo López, en verano de 2012, trabajaba como electricista en una empresa con sede en Caborana (Aller). Según su versión, iba a trabajar cuando se detuvo ante la barricada de los mineros. Asegura que esperó a que se abriera la carretera en un bar. Fue detenido cuando caminaba por la calle, "y ya había pasado todo". Otro de los detenidos es F. V., vecino de Caborana y jubilado de la mina Figaredo. Muchos de los manifestantes que ayer se echaron a la calle eran antiguos compañeros de sus días en el tajo: "Nos parece injusto que pueda ir a la cárcel, estamos completamente seguros de que no ha hecho nada en contra de la ley", señaló un vecino del acusado. Se ha convocado una nueva protesta, a las puertas del edificio de los Juzgados, a partir de las once de la mañana.