La estrella de cinco puntas es uno de los distintivos más extendidos del comunismo y puede verse en muchas banderas de estos países, pero a la vez se identifica en otros de signo liberal con el progreso, el honor y la libertad, de manera que nos encontramos con uno de los pocos símbolos que tiene la categoría de universales y son respetados por casi todo el mundo más o menos civilizado.

Quizás deban saber que una de las razones para que esto suceda es que antes que roja o del color del dólar, la estrella fue flamígera y antes que marxista o capitalista, masónica y bajo esta influencia apareció por primera vez en la bandera chilena en 1817 junto a tres franjas -azul, blanca y roja-, que representaban respectivamente al cielo, las cumbres nevadas de Los Andes y la sangre derramada por los héroes. Como saben, otras patrias llevan en sus enseñas los mismos colores, y cambiando lo de la nieve por la Paz, la Fraternidad u otros conceptos similares, más o menos se interpretan de la misma forma. Incluso la famosa estrella solitaria de Texas debe buscarse en el mismo origen, puesto que según dicen su creador la pensó influenciado por el consejo de su esposa, que era chilena.

Explican los masones que su estrella debe buscarse en la filosofía griega y que fue ideada por los pitagóricos a partir de la unión de tres triángulos. Dicen otros investigadores de estas cosas que puede representar el cuerpo humano con su cabeza y sus cuatro extremidades y aún añaden los más rebuscados que cada una de sus puntas es un reflejo de los cinco elementos que impulsan a los seres animados: La Materia, El Espíritu, El Alma, La Fuerza y la Vida.

El caso es que hubo un tiempo en el que los españoles la identificaron con los movimientos independentistas de Cuba y Puerto Rico y los sectores más conservadores de la política nacional y de la Iglesia no tardaron en ver en ella la prueba de que era la Masonería quien conspiraba para que aquellas colonias se separasen de España.

"Los adoradores de Hiram son los más eficaces auxiliares del filibusterismo cubano y, astutos y malignos, como su padre Lucifer, aprovechan todo lo creen conducente a sus fines perversos y ayudan siempre y por todos los medios a los separatistas" -Decían. Y eso que seguramente desconocían de dónde salió la primera bandera cubana, enarbolada por las tropas del general Narciso López en 1849 y declarada enseña nacional de la República de Cuba en armas tres décadas más tarde.

Su diseño, que presenta, como recordarán, cinco bandas horizontales que alternan el azul y el blanco y una estrella que aparece dentro de un triángulo rojo (la forma geométrica por excelencia de la Masonería), salió de una reunión celebrada por cubanos exiliados en New York: el mismo general Narciso López y Uriola, su secretario Cirilo Villaverde; el poeta Miguel Teurbe Tolón, y el dibujante Manuel Hernández, todos ellos masones.

Según se cuenta en el libro de Francisco J. Ponte Domínguez La Masonería en la Independencia de Cuba, el significado de estos símbolos lo explicó después el secretario del general: "?se optó por el triángulo equilátero, que simboliza la grandeza del poder que asiste al Gran Arquitecto del Universo y cuyos lados iguales aluden a la divisa masónica de libertad, igualdad, fraternidad y a la división tripartita del poder democrático. La estrella de cinco puntas significa la perfección del maestro masón: la fuerza, la belleza, la sabiduría, la virtud y la caridad.... ".

Luego, con la bandera de Puerto Rico iba a pasar algo similar; pero para no irnos de nuestra historia, seguiremos en Cuba. Allí, el 27 de noviembre de cada año se conmemoraba el aniversario del fusilamiento de ocho estudiantes en 1872, ajusticiados por haber escrito insultos sobre la lápida de Gonzalo Castañón, el periodista mierense asesinado dos años antes en Cayo Hueso. Aquel día se suspendían las clases en La Habana y los alumnos, especialmente los de Medicina y más en concreto los de la cátedra de Anatomía, acudían hasta el cementerio a visitar el monumento que se había erigido en honor de los que eran considerados por los independentistas como héroes de la Patria y víctimas inocentes del despotismo y la tiranía españolas, mostrando un gran entusiasmo por la bandera de la estrella solitaria.

Gonzalo Castañón, abogado, escritor y director de varios periódicos conservadores en la isla, fue un símbolo de la españolidad de Cuba tanto en vida como después de muerto. Nació en el barrio de La Villa en 1834, aunque su familia era de Cortina, en Lena, y él mismo había sido diputado provincial por ese distrito. Hasta allí acabó siendo trasladado su cuerpo desde tierras americanas en medio del fervor popular antes de ser llevado definitivamente al cementerio de Los Pontones.

Entre tanto, la postura de la Masonería española no fue unitaria ante el conflicto cubano y provocó continuos enfrentamientos en todas sus obediencias, que la fueron debilitando haciendo que perdiese influencia política. Para colmo, en 1896 la policía intervino en algunas logias de Madrid encontrando pruebas que vinculaban a los masones españoles con los cubanos, con lo que una parte de la población española se puso en su contra.

En otras ocasiones les he contado algo sobre la actividad de los masones en aquel fin de siglo. Uno de ellos fue Alejandro Fernández Nespral, uno de los capataces más apreciados de las minas de Mieres y accionista de otras empresas asturianas. Fue a la vez vicepresidente del Comité republicano federal de Mieres y con el simbólico "Paz" perteneció a la logia ovetense Nueva Luz y pasó más tarde a la Juan González Río, los dos talleres que se repartieron junto a Los Caballeros de la Luz a la mayor parte de los francmasones que residían en la villa a finales del siglo XIX, puesto que aquí no había ninguno abierto y los "hijos de la Viuda" tenían que desplazarse hasta Oviedo o Gijón.

Junto a él, en Los Caballeros de la Luz también estuvo Demetrio Fernández Nespral "Arístides" y dos hombres que eligieron el mismo nombre simbólico, "Galileo", José Ramón López Vázquez y Nicolás Casas Solís, todos militantes republicanos y este último vocal del Comité de Mieres en 1890.

Otros hiramitas que destacaron en las actividades locales del momento fueron el propietario Braulio Vázquez Prada "Villalar"; los abogados José Sela Castañón "Aristóteles"; Inocencio Sela Sampil "Oviedo", propietario y hermano del conocido pedagogo Aniceto Sela; el industrial José Álvarez Close "Trafalgar", quién regentó un conocido almacén y también formaba parte de la directiva de la Junta Directiva del Círculo Republicano de Mieres y José Rodríguez Bernardo "Volney", maestro de primera enseñanza e integrante de la misma Junta.

Puede verse como en este momento muchos de los masones de la Cuenca del Caudal compartieron la idea republicana, sin que todavía hubiese socialistas entre ellos, pero estos también se opusieron a la guerra de Cuba y fueron acusados de ser "filibusteros", como se llamaba a los partidarios de la Independencia. Por este motivo fueron encarcelados en octubre de 1897 el presidente de la flamante Agrupación Socialista de Mieres Domingo Pérez, y dos dirigentes mineros de Sama: Suárez y José Posada, detenidos bajo la severa acusación de estar organizando una revolución contra la monarquía.

Les he contado esto, porque actualmente la única huella material que se conserva que todo este pasado masónico y republicano en los valles de Mieres es precisamente una estrella de cinco puntas grabada en piedra sobre una lámpara de aceite, que también simboliza la eternidad. Pueden verla, si la maleza se lo permite, sobre la tumba de Alejandro Fernández Nespral, en La Belonga.

Franco mandó eliminar todas las representaciones masónicas de los cementerios españoles, algunas se le escaparon. Entre ellas la estrella que representa el paso al Oriente Eterno de don Alejandro el 22 de enero de 1912, cuando ya había cumplido 73 años en este mundo.

Del 10 al 12 de septiembre tendrá lugar en Gijón el XIV Symposium Internacional de Historia de la Masonería Española organizado por el CEHME (Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española), bajo el título de "La masonería hispano-lusa y americana. De los absolutismos a las democracias (1815-2015)". Hay anunciadas más de 80 comunicaciones de investigadores de América y Europa y las sesiones están abiertas al público. Si les interesa, allí profundizaremos en estas cosas.