Los sotrondinos desafiaron en la tarde de ayer al calor para despedir sus fiestas de la mejor manera: jirando. El río fue su aliado. Muchos de ellos acabaron bañándose para refrescarse.

Como es habitual, el parque del Florán congregó a decenas de personas que acompañados por la comida y la bebida quisieron despedir las celebraciones como manda la tradición. Grupos de todas las edades fueron llegando de manera constate, y el tiempo fue de gran ayuda.

Cada uno accedió a la jira a su manera. Por ejemplo, el grupo del bar "Rolling" llegó al evento remolcado por un tractor y acompañado con música. Las familias eligieron la zona de la sombra mientras que a los más jóvenes no les importó colocarse bajo los rayos del sol. "Tenemos el río al lado por si nos queremos refrescar", aseguraban.

Otros veían con buenos ojos que se siguiera manteniendo el emplazamiento de siempre porque como apuntaban "el acceso a la jira no puede ser mejor". Alabaron además el constante goteo de gente, "eso muestra que el ambiente es genial", recalcaron.