El despoblamiento de las Cuencas está dejando los pueblos desiertos. Los valles mineros del Nalón y el Caudal suman 666 localidades despobladas, más del 43 por ciento del total de Asturias. Mieres tiene el dudoso honor de ser el municipio asturiano con más pueblos sin vecinos: un total de 263, la mayoría en el valle de Turón. El concejo cabecera del Caudal supera el número total de localidades despobladas en la comarca del Nalón: 229. Los datos aparecen reflejados en el Nomenclátor 2014 del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La caída poblacional avanza sin tregua en Mieres. El Tunelón y Ablaneda son dos de las muchas aldeas sin vecinos que se registran en el valle de Turón. Sarabia, La Fariega y Les Cuestes son otras tres localidades que aparecen este año en el Nomenclátor con un censo sin vecinos. La lista ha sumado en el último año dos pueblos, ambos aparecen como núcleo diseminado (entidad de población que, por la ausencia de edificios, ya no puede considerarse un núcleo poblacional). Los responsables municipales achacan estos datos a la falta de oportunidades de empleo y la crisis del sector de la minería.
Una crisis que se extiende al resto de la comarca y que afecta a todos los municipios. En Lena se registran ochenta y cuatro aldeas sin vecinos. Son dos pueblos despoblados más que en 2013. El alcalde del municipio, Ramón Argüelles, espera mejorar estos resultados de cara a los próximos años: "Estamos haciendo un esfuerzo en recuperar los núcleos rurales, mejorando servicios y promoviendo la modernización de las labores ligadas a la agricultura", destacó. A pesar del interés de la administración local, la lista del municipio sigue siendo larga. La Caseta'l Rubín, La Envarniega, Escobal y Las Pegas son algunos pueblos sin vecinos.
En Aller mantienen las cifras, con setenta pueblos abandonados tanto en 2013 como en 2014. El balance, aunque se mantiene estable, resulta preocupante para el Ayuntamiento. Entre la lista aparecen localidades como La Cotá y La Pena, ambas en el entorno del pueblo de Boo. En los años sesenta, estas aldeas ahora desiertas eran barrios llenos de viviendas para los trabajadores de la mina. Llegaron a sumar más de un centenar de vecinos. También Rotella, habitado hasta los años noventa, y La Viesca.
Morcín y Riosa suman una veintena de pueblos deshabitados. Un número más bajo que el resto de concejos del Caudal, pero que resulta igualmente preocupante. El porcentaje es alto, ya que los dos municipios son los menos poblados de la zona. Al igual que Aller, tanto Morcín (2 aldeas sin vecinos) como Riosa (18) mantienen sus datos desde hace más de dos años.
Caso y Sobrescobio, los dos municipios con menos población del Nalón, también están a la cola en número de "pueblos fantasma". Suman nueve aldeas sin vecinos. Langreo, durante el último año, ha mejorado su balance. En el Nomenclátor de 2013, el concejo cabecera de la comarca sumaba 76 aldeas despobladas. Durante el año pasado, el registro descendió hasta las 72 localidades sin habitantes. El Fresneal, Otones y La Perallonga aparecen en el listado.
La buena noticia para Langreo se nubla con los datos de San Martín del Rey Aurelio. El concejo subió de noventa y seis aldeas sin habitantes hasta los cien "pueblos fantasma" en sólo un año. Laviana se mantiene con cuarenta y ocho poblaciones sin vecinos. El Meruxalín, Los Cuarteles y La Curuxera son tres de los pueblos que han vuelto a aparecer en el Nomenclátor de 2014.
Las noticias no son buenas, pero hay quien encuentra una oportunidad en los pueblos deshabitados. Es el caso de un matrimonio de Madrid que decidió dar una segunda oportunidad a la aldea de Llananzanes, con ningún vecino censado, y convertirla en un núcleo rural. Algo similar se había hecho ya en un "pueblo fantasma" de Morcín.
