"La cosa está muy mal y hay que intentarlo de todas las maneras". Así hablaba ayer, en el recito ferial de Pola de Laviana, uno de los aspirantes a entrar en la bolsa de empleo para operarios de servicios múltiples del Ayuntamiento lavianés. A primera hora de la mañana había alrededor de 300 personas esperando para poder realizar las pruebas diseñadas desde el Consistorio. En juego no estaba ni un sólo puesto de trabajo fijo ni temporal, únicamente el formar parte de la lista de la que el Ayuntamiento irá "tirando" para realizar las contrataciones eventuales y cubrir bajas por enfermedad. En total, al final del día habían realizado el examen casi 400 personas. En principio, 610 habían presentado la solicitud para participar en el proceso. De ellas, 579 habían sido admitidas.
El día comenzó pronto para los aspirantes a operario en Laviana. A las nueve estaban convocados todos los que habían presentado en tiempo y forma su solicitud, casi 600 personas. Lo primero de todo fue determinar quiénes iban a realizar las pruebas primero y quienes tenían que ir esperando. Se realizó un sorteo y los primeros en entrar en el edificio del recinto ferial fueron las personas cuyo primer apellido comenzaba por la letra "V". El vicealcalde de Laviana y concejal de Obras, Julio García, explicaba que en el desarrollo de este proceso de selección para la bolsa de trabajo se había involucrado "prácticamente toda la plantilla municipal. Los que no están de vacaciones, están en el recinto, bien en el tribunal, bien trabajando para que todo salga bien".
A medida que el tiempo pasaba y que los aspirantes iban haciendo las pruebas, el examen iba desvelándose poco a poco, y los rumores ya se extendían entre la gente que esperaba pacientemente su turno. Unos, al sol, los que sabían que en breve les llegaba el turno; otros, sentados a la sombra, más alejados de la puerta principal, conocedores de que para llegar a su apellido aún quedaba un buen rato. Entre las pruebas a realizar los aspirantes tenían que determinar las herramientas adecuadas para desatascar y limpiar un sumidero o para poder construir un muro de dos metros de altura, así como cargar con una pala un dúmper, guardando cierta distancia para hacerlo.
Quedar en las primeras posiciones de esta bolsa de empleo no asegura ningún tipo de trabajo fijo, pero sí que puede ayudar a los aspirantes a ser contratados, temporalmente, en el futuro. Las primeras contrataciones eventuales que espera poder concretar el Ayuntamiento de Laviana serán las relacionadas con la denominada "brigada rural" del concejo, que se dedica a realizar pequeñas obras y tareas de limpieza y desbroce por los pueblos del municipio. Julio García explicaba que la formación de esta brigada de operarios se llevará a cabo "cuanto antes", si bien hay que tener en cuenta que "este proceso de la bolsa de empleo tiene que seguir su curso, y una vez salgan las posiciones, podría haber reclamaciones. Lleva su tiempo".
La convocatoria realizada por el Ayuntamiento de Laviana no asegura tener un empleo, y pese a ello fueron más de 600 personas de toda la región, aunque especialmente de la zona del valle del Nalón, las que presentaron solicitud para entrar en la bolsa de empleo. Un número muy elevado, más aún si se tiene en cuenta que en el último plan de empleo local, en el que se ofertaban nueve puestos de trabajo (con un año de contrato), fueron 480 las solicitudes que se recibieron en el Consistorio.
Los elevados niveles de paro existentes desde el estallido de la crisis económica ha causado que, durante los últimos años, cada convocatoria de empleo realizada en las Cuencas cuente con cientos de aspirantes. Este año los planes de empleo de Langreo y Mieres recibieron 965 y 2.133 solicitudes respectivamente. Hace dos años, en Langreo, ante la magnitud del número de aspirantes uno de los exámenes tuvo que hacerse en las gradas de Ganzábal.
