La localidad lenense de Carabanzo, que cada año en agosto se convierte en "Carabantium" para celebrar el Festival Astur-Romano, se prepara para afrontar una nueva batalla. Más pacífica, eso sí, que la que cada verano representan aguerridos luchadores astures contra los fuertes legionarios romanos. La localidad, en colaboración con el ayuntamiento, ha emprendido la tramitación para lograr la declaración del encuentro como fiesta de interés turístico regional. La victoria llegará cuando el Principado de el visto bueno.

El Festival Astur-Romano llega este año a su décima edición. El presidente de la asociación Jóvenes de Carabanzo, César Olivar, explicó que "ese era el plazo que manejábamos para poder presentar nuestra solicitud". "Ya hemos pedido la colaboración del ayuntamiento, que tendrá que aportar documentación para probar que el encuentro funciona bien y es de sumo interés", añadió.

La fiesta reúne cada año, a mediados de agosto, a miles de personas en la pequeña localidad. La organización corre a cargo de todas las asociaciones del pueblo, con especial empeño de la entidad Muyeres de Carabanzo. Para César Olivar, "esa colaboración entre todos los vecinos es algo excepcional que tiene que tenerse en cuenta a la hora de conceder la distinción". También la originalidad de la fiesta, que recrea las luchas de romanos y astures en la Carisa. El plato fuerte del programa es la recreación de la gran batalla, en un alto del pueblo.

Juan Vázquez, miembro de la directiva de la organización, espera que la respuesta del Principado llegue antes de la próxima edición. Él fue uno de los principales impulsores de la cita, allá por el año 2005. Luego llegaron más representaciones de astures contra romanos en la región, pero la primera nació en Carabanzo.