Los sindicatos mineros criticaron ayer que el borrador de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año no contemplen ninguna partida para la apertura de nuevos cielos abiertos en la región. Se trata de una iniciativa que encabezaba la dirección de Hunosa con María Teresa Mallada al frente y que en las cuentas anteriores sí contaba con una reserva de 1,25 millones de euros que hoy parecen olvidados. Será la propia Hunosa, así como su accionista universal, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), quien tenga que dar las explicaciones pertinentes, tal y como aseguraron ayer desde el SOMA-FITAG-UGT, Mientras, desde CC OO de Industria advertían que, echarse atrás en este proyecto, sería "terrible" para el futuro de la empresa estatal a medio y largo plazo.

El secretario general del SOMA, José Luis Alperi, apuntó ayer que "nos gustaría que, tanto la dirección de Hunosa como la SEPI nos expliquen por qué paralizan ahora los cielos abiertos, cuando no hace mucho nos hablaban de que impulsar estas explotaciones mejoraría los costes de la empresa, que ganaría en rentabilidad; parece que los pasos ahora van en sentido contrario". Alperi remarcó que el sindicato que representa apoyaba el impulso a los cielos abiertos, "siempre que cumpliesen con todos los parámetros ambientales, aunque la idea no fue nuestra, sino que surgió en el seno de la empresa estatal hablando de conceptos como mejorar la competitividad y ganar en rentabilidad, por lo que son ellos los que tienen que explicar qué está ocurriendo ahora".

El secretario general de la sección sindical de CC OO de Industria en Hunosa, Rubén García, subrayó que olvidar la financiación para el cielo abierto, "es otro paso más del Gobierno del PP para aniquilar la minería antes de 2018; condenan nuestro futuro al rechazar proyectos que podrían dar viabilidad o garantizar la rentabilidad de la empresa estatal, además de absorber parte del empleo de la minería subterránea". García destacó que, "con la decisión europea que obliga al cierre de los pozos, sin cielos abiertos, sin explotar el carbón de coque y con una diversificación sin planta de biomasa, sin apostar ni por la comercialización del metano ni la captura del dióxido de carbono, siendo más mediática que generadora de empleo, Hunosa está cada día más cerca de dejar de ser negra y más lejos de ser verde".

Sondeos

La apertura de los cielos era una de las principales apuestas de la dirección de la hullera encabezada por Mallada. La idea se planteó como una manera de dar continuidad a la actividad extractiva. Como paso previo, Hunosa tenía que realizar sondeos para determinar la viabilidad de estas explotaciones.

La intención de la hullera estatal era realizar los sondeos en cuatro áreas: San Juan (Mieres, en la Güeria de San Juan, el entorno de los antiguos pozos Polio y Tres Amigos, dando continuidad a las explotaciones a cielo abierto que ya existieron en la zona); Los Artos (San Martín del Rey Aurelio, en la parte alta del valle de La Güeria, en el entorno de antiguas minas de montaña); Pontones (en Aller, en el valle del río Negro, donde estaba la vieja mina de Los Pontones) y Esperanza (en el límite entre Morcín y Mieres, en el entorno de la antigua mina Esperanza, entre los pozos Nicolasa y Montsacro).