Lo que empezó siendo prácticamente una reunión de amigos ya cumple siete años. El Valle, en Lena, celebra sus fiestas de la escanda, porque como rezaba el lema inicial "coyer pan solu ye muy aburríu". El pueblo ha sabido construir una llamativa celebración que eso sí, no se escapa del cereal que da nombre a sus días grandes, y que obviamente tiene gran presencia dentro del programa. El pan de escanda manda en el Valle y a su alrededor giran elementos gastronómicos y rurales que se pondrán en relieve este fin de semana.

Hoy, si el tiempo lo respeta, será el día grande pero las jornadas comenzaron ayer con las Jornadas de recuperación del medio rural. La parte más nostálgica llegó con la reunión campesina celebrada entre espigas, a modo de charla, para debatir sobre la actualidad de la agricultura y sobre todo, de la tan apreciada escanda. La organización solicita que los asistentes lleguen preparados para la ocasión, con sombrero de espiga, fesorias y roma adecuada para la recolección.

No faltará la sidra, ni tampoco una gran paella. Los postres corren a cargo de los visitantes. La jornada está previsto que comience a las diez de la mañana y si todo acompaña recorra el día completo hasta bien entrada la madrugada. El pasado y el presente confluyen en el Valle. El pan de escanda es el que mejor sabe.