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Los hijos de cuatro víctimas trabajan en la explotación mierense

Jesús Trapiella García. Tenía 30 años y era natural de Moreda. Estaba soltero y era uno de los trabajadores más jóvenes que murieron en el accidente. Su madre había fallecido de una enfermedad un año antes y su padre, Luis, era minero jubilado y peluquero en el hogar del pensionista de Moreda. Había entrado en Hunosa hacía solamente 7 años, en 1988. Vivía con su padre, pero tenía planes de futuro. Quería casarse y formar su propia familia. Lo apodaban "Trapi". Un "manitas" de la electricidad. Se quedaba se vacaciones ese día.

José Ignacio del Campo Bernardo. Entró en Hunosa en 1989, con 25 años. Natural de Boo (Aller), sus compañeros lo apodaban cariñosamente "Moreda". En casa, tenía esposa y un hijo. En el tajo, la categoría de ayudante de minero. Un tío suyo había muerto en el pozo Santiago (Aller). En 2013, su hermano sufrió un grave accidente con una manguera a presión en el mismo pozo de Ablaña.

Juan Manuel Álvarez Fernández. Nació en Turón en el año 1960. Residía en Mieres con su esposa y su hijo Borja que, tras la muerte de su padre, también trabajó en Nicolasa y Montsacro durante once años, hasta que se retiró. Tenía la categoría de ayudante minero, pero estaba cerca de un ascenso a la de ayudante de barrenista. Consagrado deportista, formó parte de la plantilla del Hunosa de fútbol que se proclamó campeona de España.

Eduardo Augusto Alves. Todavía hoy, al recordar lo ocurrido, sus compañeros del tajo lo llaman cariñosamente "el portugués". Nacido en 1960 en la localidad lusa de Quintela de Lampazas, trabajaba en Nicolasa como ayudante barrenista. Vivía en Gijón junto a su esposa y sus dos hijos. Arturo y Lázaro siguen viviendo en la ciudad del Piles, y cada día cogen su coche para ir, junto a Tamara Espeso, a la mina en la que falleció su padre. Había sufrido un accidente en el año 1989 y logró zafarse de las garras de la mina. El vigilante, Anatolio Lorenzo "Talín" (también fallecido en Nicolasa), lo liberó de un derrabe. Le gustaba la mina y no hacía cálculos para la jubilación. Sólo tenía claro que quería envejecer en Braganza, en el pueblo que le había visto crecer.

Elías Otero Fernández. Recordado por una simpatía incansable, le sorprendió la muerte apenas un año antes de jubilarse. Natural de Mieres, donde nació en 1953, tenía 42 años. Había estado trabajando en el pozo Barredo y había dedicado toda su vida a la minería, fundamentalmente en el turno de noche.

Manuel Ángel Fernández . Era apodado como "Johnson". Natural de Proaza, concretamente del pueblo de Lavares, nació en 1966. Vivía en Ablaña, al lado del pozo. Era soltero y tenía la categoría de ayudante de minero.

Anatolio Lorenzo Pedrosa. Alias "Talín". Tenía la categoría de vigilante y había sufrido un accidente en 1989. Era natural de Vegas del Condado, en la provincia de León, donde nació en 1952. Estaba casado, era padre de un hijo, y apenas le quedan meses para jubilarse. Había dejado un trabajo en Renfe para tener más tiempo para su familia.

Miroslav Divoky, Michal Klenot, Vlastimil Havlik y Milan Rocek. Los cuatro de nacionalidad checa, trabajaban para Satra (una contrata que se había especializado en traer a mineros del Este). Tres estaban casados y uno divorciado. Mieres los despidió con un multitudinario funeral en Murias. Sus compañeros gritaron al cielo "sbohem, kamaradi" ("adiós, compañero"). Un día después, sus cuerpos fueron repatriados.

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