El mierense Javier Fernández, director del Museo del Ferrocarril de Asturias, se encontraba veraneando en Llanes cuando ocurrió la tragedia de Nicolasa. "Tenía amigos que estaban trabajando en el pozo, afortunadamente no se vieron afectados por el accidente, pero sí conocían a los fallecidos, fue un drama", apunta. Fernández también esgrime que la muerte y la mina siempre han tenido una relación muy estrecha. "Antiguamente, trabajar en la mina era mucho más peligroso que ir a la guerra, prácticamente había accidentes mortales todos los años". Remarca que la expresión "matose en la mina", se solía "decir cuando un minero moría, como si trabajar en la mina fuese una forma de suicidio".
