El seco verano ha dejado huella en los pantanos de las Cuencas: Rioseco y Tanes, en la comarca del Nalón y Los Alfilorios, en el Caudal. Los embalses afrontan la llegada del otoño al 63,5% por ciento de su capacidad. Una medida muy distinta a la que registraban antes de que comenzara el estío, cuando las reservas rondaban el 94 por ciento en ambos embalses.

Ha sido un verano seco y donde más se notan las consecuencias es en el embalse de Los Alfilorios, en Morcín. Los datos oficiales de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico apuntan a unas reservas del 44,50 por ciento. Cuenta actualmente con 3,63 hectómetros cúbicos, frente a los 8,16 de su capacidad total. El pantano suministra agua a Oviedo.

La situación es un poco mejor en el embalse de Tanes y Rioseco. El pantano está al 68,23 por ciento de su capacidad. Cuenta con 22,7 hectómetros cúbicos de agua embalsada y su capacidad máxima es de 33,27 hectómetros cúbicos. Es una buena noticia que el embalse mantenga unos valores aceptables, ya que el complejo de Tanes Rioseco abastece a buena parte de la población de la zona centro de Asturias.

La llegada de las lluvias sentará bien a los embalses. El del Caudal está un poco por debajo de lo habitual en estas fechas. El complejo de la comarca del Nalón se mantiene estable en relación a años anteriores, a pesar de que el verano ha tenido más sol y menos precipitaciones. El año pasado, con la llegada del otoño, los pantanos de las Cuencas aumentaron su capacidad en más de un 20 por ciento en un único mes.