El consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, exige a Rajoy "seriedad y no un juego frívolo y electoralista" con la minería. Las declaraciones llegan después de que el Presidente del Gobierno anunciara el martes, en su visita a León para inaugurar el AVE, nuevas ayudas para el sector y la creación de una comisión de trabajo para impulsar la reactivación en las cuencas mineras. Una idea que el coordinador regional de Izquierda Unida, Manuel González Orviz, calificó de "ocurrencia sin sustento". La coalición de izquierdas tuvo una reacción tibia en comparación con la guerra emprendida entre PSOE y PP. Los partidos mayoritarios en la región se acusaron mutuamente del deterioro que sufren ahora los valles mineros: los socialistas acusan a Rajoy de hacer campaña a costa de las minas, mientras que el PP afirma que fue el PSOE el que "entregó las llaves" para el cierre de las minas.

La reacción a las declaraciones de Mariano Rajoy fue rápida desde el Gobierno asturiano. El consejero de Industria, además de mostrar su incredulidad sobre las promesas de Rajoy, exigió ayer al Ejecutivo central "seriedad y respeto a las familias que lo están pasando mal". El representante regional atribuyó el anuncio hecho por el Presidente "a un juego frívolo y electoralista del Gobierno central".

Francisco Blanco argumentó los motivos de recelo del Principado hacia la gestión del Gobierno de Rajoy con la minería al término de la reunión del Consejo de Gobierno del Principado que tuvo lugar en Oviedo. "La pasada semana mantuve una reunión con el secretario de Estado para la Energía donde hablamos de los distintos problemas de la minería y no había ninguna novedad sobre ayudas. Sólo obtuvimos largas y excusas a los problemas del sector".

El titular de Empleo emplazó al Ministerio de Industria "a cumplir los compromisos ya firmados en 2013, si tienen compromiso" y reprochó que no se haya puesto en marcha un mecanismo sustitutorio para incentivar por un lado la compra de carbón nacional y, por otro, apoyar las inversiones en desnitrificación por parte de las empresas. "En las bocaminas se están acumulando toneladas de carbón que no se pueden vender, lo que está asfixiando a las empresas asturianas", precisó Blanco, quien también lamentó que no se haya avanzado en el "céntimo verde", tal y como han venido solicitando los gobiernos de Asturias (PSOE) y de Castilla y León (PP). También dijo que la administración central ni siquiera ha abonado las ayudas a la producción, de 25 euros por tonelada, correspondientes al primer cuatrimestre de este año, que suponen una deuda de "varios millones", según el consejero de Industria.

Las argumentaciones del PSOE no quedaron ahí. El secretario de organización del partido, Jesús Gutiérrez, ya no esperaba a estas alturas de la legislatura este anuncio de Mariano Rajoy. El dirigente socialista replicó ayer que "los territorios mineros no vamos a olvidar los desplantes y zancadillas que el Gobierno del PP ha puesto durante los últimos tres años a la minería de carbón". Gutiérrez tiene una opinión rotunda: "Después de la que ha liado, no puede venir ahora anunciando programas de actuación en vísperas de unas elecciones, se trata de un nuevo desprecio a los habitantes de las comarcas mineras españolas".

Lo que el PSOE ve "electoralista", el PP lo defiende a capa y espada. La presidenta del partido en Asturias, Mercedes Fernández, se mostró satisfecha con el anuncio de constituir un grupo de trabajo cuyo objetivo sea buscar y analizar propuestas para la reactivación de las comarcas mineras. Con esa defensa al anuncio del Presidente, Fernández replicó a las críticas del PSOE. También remarcó que fue el socialismo "el que supuso para la minería el cierre". Y añadió a renglón seguido que el consejero de Empleo, en su reciente reunión con el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, pudo haber tenido "una agenda mucho más ambiciosa en defensa de los intereses de Asturias y de la minería".

Una visión que compartió la diputada Emma Ramos. La portavoz popular de Industria en la Junta General del Principado afirmó que el PSOE "lleva años luchando por el cierre de minas en España y en Europa". Además, consideró "indignante" la gestión del PSOE con los fondos mineros: "Han malgastado y desaprovechado las ayudas de una manera irresponsable". Dedicándolas, añadió, "a todo menos a lo que era su objetivo, la diversificación y recuperación económica de las Cuencas. También la creación de empleos". En este sentido, destacó "los museos cerrados, las piscinas inacabadas y los equipamientos y obras olvidadas que salpican las Cuencas".

Y pone cifras sobre la mesa. Ramos preguntó a los socialistas "a dónde fueron a parar los más de 3.500 millones de euros que estaban presupuestados, durante el gobierno de Zapatero, y que no fueron utilizados por falta de ideas". La diputada aseguró que Javier Fernández "sólo abandona su abulia y pasividad para criticar todo lo que hace el Gobierno de Mariano Rajoy".

La guerra de declaraciones no quedó ahí. Desde IU, Manuel González Orviz aseguró que "la única salida para las comarcas mineras es cumplir los convenios y devolver los fondos sustraídos". La polémica estaba tensa, pero el Consejero de Industria tendió la mano a la colaboración: "Tenemos que unirnos para reclamar todos juntos una solución antes que entrar en confrontación", destacó. Palabras que, quizás, llegan tarde.