El PP rechazó ayer, en el Senado, la enmienda presentada por el grupo socialista sobre el "céntimo verde". La medida trataba de incluir una disposición adicional sobre el tipo impositivo en el impuesto especial sobre el carbón. El objetivo era aplicar una bonificación en el tipo previsto para las ventas de carbón entre el 1 de agosto de 2015 y el 31 de diciembre de 2018. De este modo, la tasa sería de 0,13 euros por gigajulio de ventas o entregas de mineral. Tras la votación, la senadora María Luisa Carcedo, acompañada por Vicente Álvarez-Areces, entre otros socialistas, denunció que los populares "están ahogando la industria del carbón y condenan a las comarcas mineras a una recesión económica".

Carcedo aseguró que "hemos visto una actitud de acoso y derribo hacía la minería por parte del Gobierno del PP". Y remarcó los "incumplimientos" en los planes del carbón, así como los recortes, tanto en producción como en reactivación de las comarcas mineras, "que en su conjunto suponen más de 600 millones de euros". También hizo hincapié en las consecuencias laborales de la desaparición de la minería, ya que, "por cada puesto que se pierde en el sector, se pierden otros cuatro indirectos". Asimismo, remarcó el papel del carbón "para el sistema de configuración de los precios de la energía".

También hizo alusión al rechazo de la enmienda en el Senado el secretario de Organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, durante una comparecencia en Avilés. Gutiérrez afirmó que la decisión de los populares "condiciona al carbón nacional, lo relega a un segundo plano y hace que el carbón de importación esté por delante".