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La expansión osera por los los valles mineros

Un ganadero de Riosa denuncia que un oso atacó e hirió a una de sus vacas

Los veterinarios confirman que la profunda herida de la res la provocó un plantígrado, pero la Guardería del Principado sostiene que es una cornada

Un ganadero de Riosa denuncia que un oso atacó e hirió a una de sus vacas

"Cuando vi aquella enorme herida, no alcancé a pensar qué tipo de animal la podía haber causado". Así de tajante se mostraba ayer Iván Pello, un joven ganadero riosano que la pasada semana descubrió que una de sus vacas había sido brutalmente lesionada por un oso. El animal presenta un desgarro en uno de sus lomos, que habría sido provocado por las garras de un plantígrado. Esa es la versión que al ganadero le dieron los veterinarios. Sin embargo, la Guardería del Principado ha emitido un informe desfavorable y, según explicó el propio Pello, descartan la presencia de osos en la zona. Los vecinos, por su parte, aseguran haberlo avistado, aunque no hay ningún testimonio gráfico que lo corrobore. Desde el Ayuntamiento, las sensaciones son dispares. Por una parte, lamentan el suceso y esperan que ninguna cabaña ganadera se vea afectada por nuevos ataques. Por otra, les hace "cierta ilusión" que el concejo pueda convertirse en territorio osero.

El ataque del oso se produjo en los montes que rodean el poblado minero de Rioseco, en la zona de Texeo. El sábado 10 de octubre, Iván Pello, había subido al monte a comprobar el estado de sus animales, más de medio centenar, y tras ver que todo estaba correcto, los dejó pastando como habitualmente. Nunca se imaginó lo que se encontraría tres días más tarde.

En la tarde del miércoles, el ganadero riosano se encontró con que una de las vacas tenía un enorme herida abierta en un lomo. "En un principio no supe que pensar, me costó reaccionar, porque la verdad es que impresiona bastante ver esa herida", indicó el joven de 28 años. Sin embargo, en breve pensó en que podía haber sido un oso. Lo hizo porque justo unos días antes, un amigo le había dicho que precisamente un plantígrado le había destrozado varios ablanos que tenía plantados en una finca cercana a donde se produjo el ataque contra la vaca. "Cuando nos lo contó a los amigos, nos lo tomamos un poco a risa, pero quién me iba a decir que me iba a pasar a mi esto a los pocos días", asegura el joven Iván Pello.

Automáticamente, este ganadero llamó tanto a la Guardería del Principado como a los veterinarios con los que trabaja. Estos últimos corroboraron ya antes de llegar que la lesión la había provocado un oso. "Nada más ver la magnitud de la herida y su forma no lo dudaron, les casaba perfectamente", asegura. Sin embargo, la Guardería tenía otra versión: el daño pudo ser causado por una cornada de otro de sus animales. "Ellos lo que quieren es no tener que pagar los daños y cuando los producen lobos u osos siempre buscan el más mínimo resquicio para emitir un informe negativo", aseguró Pello, que explicó que el motivo que dieron los guardas era que faltaba la marca de una uña para certificar que era un zarpazo de un plantígrado.

Y así fue, informe negativo sobre el ataque de oso y hoja de reclamaciones por si el ganadero quería alegar contra la decisión, una posibilidad que no descarta. "Igual es perder el tiempo, no sé aún que haré", asegura, al tiempo que valora el animal, que seguramente será sacrificado, en algo más de 2.500 euros.

La alcaldesa de Riosa, Ana Díaz, aseguró ayer que tratará de mediar con la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Autóctonos para que dé marcha atrás e indemnice al joven ganadero riosano. "Nosotros siempre vamos a estar a su lado y defender los intereses de los agricultores y ganaderos del municipio, y por ello entendemos que la Consejería debe de cumplir con su cometido y dejar de excusarse para no pagar daños causados por animales salvajes a las cabañas ganaderas", indicó la regidora riosana.

La teoría del ataque del oso cobra más fuerza para Iván Pello tras haber hablado con vecinos de la zona de Texeo. "Cuando pasa algo así mucha gente te afirma haber avistado un oso, así que supongo que realmente alguien lo haya visto", asegura el joven. Lo que de momento no hay es material audiovisual que lo corrobore.

En el Ayuntamiento hay una sorpresa generalizada y sensaciones encontradas. La alcaldesa reconoce que por una parte están preocupados por los daños que se puedan producir a la cabaña ganadera. Por el otro lado, sin embargo, les causa cierta "ilusión" tener un oso en los montes de Texeo. "Es algo nuevo para nosotros, diferente, pero lo que está claro es que por encima de todo tienen que estar los vecinos", indicó Díaz. Por lo pronto contactará con la Fundación Oso Pardo para que reconozca la zona y vea qué posibilidades hay de que pasen los osos por los montes de Texeo.

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