El tejo milenario de Bermiego aspira a ser "Árbol europeo del año 2016", se encuentra entre los seis arboles finalistas a candidato nacional. Actualmente está en tercer lugar en las votaciones que se efectúan en Facebook. El plazo de votación termina el último día de este mes de octubre. Bosques sin Fronteras, una organización sin ánimo del lucro, ha seleccionado a grandes y majestuosos arboles que destacan por su porte, su belleza, singularidad o antigüedad.

El teixo del pueblo quirosano de Bermiego es el único árbol asturiano seleccionado. Una enseña de la naturaleza local y regional. Se encuentra al lado de la iglesia parroquial, a 750 metros de altitud, en una atalaya que domina gran parte del valle quirosano. Fue declarado por el Principado como Monumento Natural hace treinta años. Tiene unas impresionantes dimensiones con una altura de once metros, un perímetro de siete y una copa que alcanza una extensión cercana a los trece metros. La edad estimada de este taxus baccata es de unos mil años.

La primera referencia documental del pueblo de Bermiego es del año 857 y ello quiere decir que posiblemente el Teixo lleva desde el año 1.000 viendo la evolución de la parroquia en ese milenio. Allí cerca hay indicios de la presencia de un recinto castreño, el Cantu de lo Maedos, lo que significaría que los antiguos astures tenían un lugar de culto, donde más tarde se construiría el templo parroquial. El viejo Teixo sustituyó, probablemente, a otro congénere en la misma ubicación, un lugar mágico y de culto desde varios siglos atrás. En Bermiego también había otro árbol que era Monumento Natural, el Rebocho, que cayó el año pasado por el peso de varios siglos y de su propia enfermedad, estaba podrido en parte.

Árbol sagrado para muchas culturas antiguas europeas este ejemplar milenario ha visto pasar bajo sus ramas la vida social, lúdica y religiosa de la parroquia. Todo el proceso de la vida de los vecinos desde su bautizo, comunión, boda o funeral se celebraron en la iglesia anexa al Teixo. La banda de gaitas del concejo también lleva su nombre compartido con el añorado gaitero Manolo Quirós. Es un símbolo, una insignia para municipio.

Este árbol quirosano ya obtuvo el premio de Árbol Longevo del año 2008 de los Premios Árbol y Bosque del Año. Ahora espera lograr los máximos votos en la página de Facebook de Bosques Sin Fronteras. El plazo de votación termina este próximo 31 de octubre. Todos los enamorados de estos árboles tan unidos a nuestra propia identidad deben apoyar al único representante asturiano a esta distinción natural.