El Secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, reconoció ayer ante los consejeros del área económica de Asturias, Castilla y León y Aragón, que Bruselas aún no ha aprobado el Plan minero 2013-2018, como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA el pasado mes de junio, "aunque el tema está bien encaminado". Nadal solicitó a las autonomías "ayuda" ante la UE para que ésta acepte el incentivo al consumo del carbón nacional, por el que se transferirían ayudas medioambientales, unos 100 millones de euros, a las centrales térmicas. Un mecanismo sobre el que hace unas semanas informó desfavorablemente la Comisión Nacional de la Competencia, aunque su informe no obliga al ejecutivo, y que Industria quiere vincular ahora también a la garantía de suministro energético ante las autoridades comunitarias.

Desde que dejó de estar en vigor el real decreto de restricciones, el 1 de enero, que primaba la generación eléctrica con carbón nacional, las empresas mineras no han logrado vender prácticamente un solo kilo de carbón, a excepción de Hunosa, que mantiene desde hace años un contrato de suministro estable con el grupo EDP. "Nos han pedido ayuda", dijo el Consejero de Empleo, Industria y Turismo del Principado, Francisco Blanco, "y nosotros se la daremos porque lo que queremos es que las empresas mineras puedan vender carbón y salgan de la situación desesperada en la que se encuentran. Es vital para las cuencas".

La castellanoleonesa Pilar del Olmo explicó que "vamos a estar del lado del Ministerio en esto", hasta el punto de que se comprometió a realizar un próximo viaje a Bruselas porque "es bueno explicar de primera mano, los que estamos más cerca del territorio, qué supone para el empleo la supervivencia de las cuencas mineras, que va a depender de que Bruselas dé luz verde a ese proyecto del Gobierno. Ésta es la prioridad, que el carbón autóctono y las comarcas mineras pervivan y así no harían falta planes de reactivación", sentenció.

Marta Gastón, Consejera de Economía de Aragón, ofreció el apoyo de su ejecutivo "para convencer a Bruselas" y "desatascar el problema" porque lo "vital es que las térmicas consuman carbón nacional" y "alargar la vida de las cuencas mineras". "Podemos ir todos juntos, pero es el Gobierno central, el que tiene que decir cómo y cuando", finalizó.