El Gobierno de Asturias ha lamentado este miércoles a través de una nota de prensa que el patronato haya tenido que tomar la decisión de extinguir y liquidar el centro de la Fundación para el Progreso del Soft Computing ubicado en el edificio de investigación del campus de Mieres. El Ejecutivo regional ha señalado, no obstante, que el cierre era "inevitable" ante la salida de Cajastur del patronato.

"Inicialmente, la Consejería de Empleo, Industria y Turismo había planteado que los patronos aumentasen su aportación económica para salvar la continuidad de las instalaciones. La decisión de Cajastur, dispuesta a abandonar el patronato, hace inviable esta alternativa", ha manifestado.

Además, desde el Gobierno han explicado que a la situación económica del centro habría que sumar los problemas jurídicos y administrativos que supondría la salida de Cajastur. "Todo ello lo haría insostenible a corto plazo", han señalado.

La fundación, con resultados negativos superiores al millón de euros anuales, ha ido consumiendo los fondos propios y ha obligado a plantear importantes medidas de reestructuración. En un principio, pasaban por aplicar un expediente de regulación de empleo que afectaría a 13 trabajadores, añadido a otros cambios para lograr su viabilidad. Ésa había sido la opción aprobada por el patronato en octubre.

El empeoramiento de las previsiones de resultados y el anuncio de la salida de Cajastur, comunicado en la reunión del patronato del 10 de noviembre, ha llevado al Principado a replantearse la situación.

Finalmente, el Gobierno entiende que no es posible que el sector público asuma en solitario el centro. Serían necesarias aportaciones económicas sustanciales y recurrentes y, además, habría dificultades para acceder a algunas vías de financiación. A todo ello hay que añadir las dudas que el propio comité científico expuso en el patronato al manifestar que, desde su punto de vista, la reestructuración no era una opción viable y que las alternativas se reducían a dos: mantener el centro como hasta ahora o proceder a su disolución.

El centro no ha logrado que el Ministerio de Economía y Competitividad lo inscriba en el Registro de Centros Tecnológicos y Centros de Apoyo a la Innovación Tecnológica al incumplir el requisito de participación empresarial. Esta circunstancia se agrava con la reciente conversión de Cajastur en una fundación privada sin nimo de lucro de tipo bancario, lo que supone que en el patronato no participa empresa privada alguna. Esta situación imposibilita, por ejemplo, el acceso a convocatorias como el Programa Asturias del Principado, dirigido a centros tecnológicos.

El centro del Soft Computing es una institución privada sin ánimo de lucro que se inauguró en 2006 con una aportación inicial de seis millones procedentes de fondos mineros y otros seis millones aportados por Cajastur. Asimismo, contó con aportaciones adicionales por parte del Principado valoradas en 1.810.000 euros entre los años 2006 y 2015. Cajastur también realizó aportaciones, según ha señalado el Gobierno asturiano.