El consejero de Economía y Empleo, Francisco Blanco, anunció ayer que están planteando, "aunque de forma muy inicial", la creación de una línea de ayudas "enmarcada en un plan de retorno de talentos que esté destinado específicamente a la contratación de especialistas en Soft Computing". La idea, como apuntó Blanco, es que las empresas asturianas obtengan algún tipo de incentivo para contratar al personal que trabaja en el centro europeo de Soft Computing "y retener ese talento en Asturias", subrayó. Esta es la única solución que el Consejero apreció para la plantilla, ya que la continuación de la actividad del centro "se hace imposible, la única solución sería que apareciese un patrono con dinero, alguien que tuviese la visión de que la actividad del centro europeo de Soft Computing le iba a ser útil y podría aprovecharlo". En cuanto al asumir en solitario el Patronato, Francisco Blanzo remarcó que "sería inviable porque pasaría a ser un centro público, con un concepto totalmente distinto al que tienen actualmente". Desde ese punto de vista, "serían necesarias aportaciones económica sustanciales y recurrentes y, además, habría dificultades para acceder a algunas vías de financiación". El centro europeo de Soft Computing se puso en marcha en el año 2005 con una aportación inicial de doce millones de euros, la mitad de Cajastur y la otra de fondos mineros.