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La mejora de las comunicaciones en la comarca

El hundimiento de un talud en Pajares cierra un carril y ralentiza la circulación

La regulación del tráfico afecta a medio kilómetro de la carretera del puerto en una zona ya reformada hace una década

Trabajadores de la empresa, ayer por la mañana, durante las labores. J. R. SILVEIRA

Un hundimiento de un talud de la carretera de Pajares (N-630) ha obligado a cerrar parte de la calzada en un tramo de medio kilómetro, cerca de la ampliación de la vía a un segundo carril para permitir los adelantamientos más seguros, en una de las subidas más pronunciadas del puerto que une Asturias con la Meseta. La actuación se acomete unos días antes de la fecha prevista para la apertura de la campaña de esquí, el momento de mayor afluencia de tráfico en la vía, en una zona que ya había requerido de una reparación, hace algo más de una década.

La empresa Proacon se ocupa de las labores, que incluyen la reparación y afianzamiento del talud. La compañía evitó ayer hacer valoraciones sobre la actuación, aunque los trabajos se extenderán durante varios días. El tráfico se regula a través de semáforos de obra. La circulación por el puerto de Pajares es menos fluida de lo habitual, especialmente en las horas centrales del día con más tráfico y mayor presencia de camiones en el puerto.

La zona en la que se ha producido el hundimiento del talud requirió atención hace ya una década. Por aquel entonces, un desprendimiento de la ladera obligó a acometer una importante actuación, que provocó cortes intermitentes en la vía. Fue poco después de que el Gobierno central acometiera una reforma integral de la vía del puerto de Pajares, en 2002. La actuación contó con una financiación total de 1,8 millones (presupuestada en 2001 en 306 millones de las antiguas pesetas) y mejoró el firme desde Campomanes hasta el alto de Pajares.

La llegada del invierno no favorece la ejecución de la obra, que tuvo que suspenderse la semana pasada por la adversa meteorología. La empresa espera que la reparación del talud esté lista antes de que la situación empeore y lleguen las nevadas. Las precipitaciones podrían agravar el hundimiento del talud y provocar un argayo, como el que también registró esta misma zona en 2009. Por aquel entonces, un desprendimiento de la ladera llenó el carril de rocas de grandes dimensiones y tierra. El carril permaneció cortado durante más de una semana.

Con la llegada de la nieve, además, llegarán los esquiadores de la estación de Valgrande-Pajares (en el Brañillín, en el alto del puerto) y el consiguiente incremento en el tráfico. La fecha oficial de apertura es el próximo jueves, siempre que la meteorología lo permita.

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