La investigación para determinar el origen de la fortuna oculta de José Ángel Fernández Villa, exlíder del SOMA, se amplía a toda las inversiones realizadas durante los ocho años que José Antonio Postigo, uno de sus principales hombres de confianza, estuvo al frente del Montepío de la Minería. Las pesquisas judiciales se dirigen, además de a la obra del geriátrico de Felechosa (Aller) que costó 31 millones de euros, al resto de inversiones realizadas por la mutua minera y que ascendieron a otros 15 millones, en el periodo 2006-2014. Una de las líneas de trabajo de la Fiscalía Anticorrupción se centra en poder determinar si el dinero blanqueado tanto por Villa como por Postigo proviene de comisiones cobradas a contratas y subcontratas de las obras, que ascenderían hasta un 8% de los presupuestos.
Los trabajos de la policía judicial de la Guardia Civil, dirigidos por la Fiscalía Anticorrupción, se han intensificado en los últimos meses, desde el momento en que se cerró el "caso Púnica", ligado principalmente a personas vinculadas al Partido Popular de Madrid, en el que fueron detenidos más de medio centenar de políticos, ediles, funcionarios y empresarios implicados por estar supuestamente relacionados en una trama de corrupción que adjudicó servicios públicos por valor de 250 millones.
Con esta investigación cerrada se intensificó la toma de declaraciones y peticiones de documentación a diferentes organismos y entidades, públicas y privadas, de Asturias, para intentar aclarar el origen de los 1,4 millones de euros que José Ángel Fernández Villa blanqueó, en 2012, acogiéndose a la amnistía fiscal del Gobierno central. José Antonio Postigo, en la misma operación, afloró otros 400.000 euros. En ambos casos, el dinero fue repartido por los dirigentes sindicales entre sus familiares (hijos y cónyuges) para evitar posteriores impuestos adicionales.
Además, no sólo se están investigado las cuentas de Villa y Postigo, sino también su patrimonio y el de otras personas que pudieran estar implicadas y que no corresponda con su nivel legal de ingresos.
Hace un mes cesó la petición de documentación y la recopilación de testimonios, lo que hace pensar que se está en la fase de análisis y conclusiones de las investigaciones, y que en breve puede haber una decisión por parte de la Fiscalía Anticorrupción.
En un principio, la investigación se dirigió principalmente a la obra del geriátrico del Montepío de la Minería, en Felechosa. Su construcción costó 31 millones de euros. En las cuentas oficiales de la mutua no se detectaron irregularidades, ni por la auditoría interna, ni por la que realiza el Ministerio de Hacienda encargado de supervisar los proyectos con cargo a los fondos mineros. En este caso todo el presupuesto se cubrió con ayudas del Plan de la Minería.
Al no aparecer irregularidades en los documentos oficiales se ampliaron las pesquisas para determinar si pudieron pagarse comisiones por parte de subcontratas de la residencia. La cuantía de las presuntas "mordidas" alcanzaría hasta el 8 por ciento del presupuesto contratado por gremios para levantar e instalar el macroedificio allerano.
Alcedo de los Caballeros
La obra fue encargada a la empresa lenense Alcedo de los Caballeros S. L., una pequeña constructora con sede en Pola de Lena que nunca hasta entonces había realizado una obra de esta envergadura. Su propietario, Juan Antonio Fernández Fernández, vecino de Postigo en una urbanización en Valladolid, defendió, desde el primer momento la legalidad y corrección de la adjudicación, decidida por la Comisión Regional del Montepío por unanimidad. Alcedo de los Caballeros obtuvo con este encargo un beneficio de 6,1 millones de euros, tras años de altibajos en sus cuentas y con un arranque de actividad complicado.
Las investigaciones se han ampliado al resto de inversiones realizadas por el Montepío en el periodo de presidencia de José Antonio Postigo, entre los años 2006 y 2014, y que suman unos 15 millones de euros. Hubo de todo, labores de mantenimiento en sus instalaciones de Salamanca, Almería y Murcia, renovación de mobiliario y equipos, y algunas reformas de mayor calado con inversiones de entre 2 y 4 millones de euros según la labor a realizar.
Entre estas últimas se encuentran las reformas del balneario de Ledesma, en Salamanca, de los apartamentos de Roquetas de Mar, en Almería, y del complejo de Los Alcázares en Murcia; todas ellas fueron realizadas por Alcedo de los Caballeros, con las que la constructora consiguió los mejores guarismos en sus cuentas.
