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Los ataques de lobos aumentan, con decenas de reses muertas en pocos días

Vecinos y ganaderos de las zonas rurales piden controles de población de los cánidos, que cada vez se acercan más a las casas

José Luis Menéndez, con una de las cabras atacadas en la zona de Les Llanes. F. RODRÍGUEZ

Decenas de reses de todo tipo -ovejas, cabras, terneros, potros- muertas en apenas unas semanas a causa de los ataques de los lobos. Esto es lo que está ocurriendo en la zona rural de las comarcas mineras, donde los ganaderos denuncian que la población de cánidos salvajes "se ha disparado", por lo que solicitan "controles de población".

Los últimos casos de ataques de lobos se han producido en el concejo de Caso. Mataron a tres cabras y un potro, en la zona de Les Llanes (junto a Campo de Caso) y de Caleao. José Luis Menéndez es el propietario de algunos de los animales atacados estos días. El miércoles, sobre las once de la mañana, se acercó a echar un ojo a las cabras que tiene en el entorno de Les Llanes, muy cerca de la carretera del Corredor del Nalón y al lado de unas casas. Allí se percató, cuando estaba a unos cien metros, de que las cabras "se habían empezado a mover", resguardándose contra la peña. El motivo estaba también a la vista: "Un lobo, y grande". Llamó inmediatamente a la Guardería del parque natural de Redes, "pero no pueden hacer nada en estos casos". Intentó espantar a los lobos, pero ya se habían llevado dos cabritos.

En la mañana de ayer jueves se encontró otro animal muerto, devorado, junto a la carretera de Les Llanes, a escasos metros del Corredor. En Caleao, se descubrió ayer mismo el ataque a un potro. Esta misma semana se produjeron al menos otros dos ataques en el concejo. En Beneros, los cánidos mataron cuatro ovejas, mientras que en Belerda, tal y como explicaron ayer los ganaderos, los animales muertos fueron cuatro terneros, "no de los pequeños, ya con siete u ocho meses". Ya en Laviana, a finales de la semana pasada aparecieron muertas otras cuatro ovejas a causa de los ataques de lobo, en el entorno de la localidad de Ribota.

José Luis Menéndez explica que los ataques se están produciendo ya "al lado de las casas", y en zonas por las que en muchas ocasiones "pasea la gente", que empieza a mostrar "cierto miedo con los ataques y la cercanía de los lobos". Este año a este casín le han llevado ya una veintena de animales. "Siempre hubo lobos y tiene que haberlos. Pero hay que controlar su población, porque hay muchos, hay ataques todos los días y ahora ya casi entre las casas".

En la comarca del Caudal, la semana pasada también se produjeron diversos ataques. Al ganado y también a los animales que cuidan de las reses, ya que un mastín resultó herido en el cuello tras un enfrentamiento con los lobos. Este suceso tuvo lugar en la localidad lenense de Tiós. En El Pino (Aller), a lo largo de las últimas semanas, se han ido sucediendo los ataques al ganado ovino, denuncian los ganaderos de la zona. El sector de la comarca del Caudal ha llegado a plantear la posibilidad de que se declare al lobo como "especie cinegética". De esta forma, explicaron, se controlaría la población del cánido y se obtendrían beneficios para pagar compensaciones.

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